Desde Anchorage hasta Acoma, en todo Estados Unidos y Canadá, mujeres indígenas están movilizandose para procurar justicia para sus hermanas desaparecidas y asesinadas. En los últimos años, los crecientes esfuerzos de base han obtenido un progreso difícil de lograr para contrarrestar la violencia de género en las comunidades colonizadas.
El gobierno de El Salvador declaró emergencia nacional porque el país entró en crisis por falta de agua.
Miles de personas se reunieron en el monumento de la Revolución en la Ciudad de México, exigiendo justicia climática y respeto por el medio ambiente, previamente a las negociaciones de clima (COP21) en París.
Hay alternativas al cambio climático provocado por la industrialización basada en el petróleo, y están al alcance de la gente, como parte de una transición a la era postcapitalista que ya está en marcha.
Este fue uno de varios acciones e intervenciones creativas por la fin de semana en Montreuil, donde convinieron por el fin de semana el Cumbre de los Pueblos por el Clima y el Pueblo Mundial de Alternativas.
El acuerdo de París, según Pablo Solón, un veterano de las negociaciones climáticas, “será un acuerdo con el que arderá el planeta”.
Marchas durante la cumbre climática fueron prohibidos bajo pretextos de seguridad, sin embargo, otras grandes reuniones pública no han sido afectadas. Los tiempos indican que la prohibición de la protesta es un cómodo pretexto para reprimir la protesta social durante la cumbre.
El calentamiento global, probablemente el más serio desafío existencial enfrentado por la especie humana, ha sido generado por la explotación industrial de combustibles fósiles.
Se acabó el debate. Ya nadie puede negar que el mundo sea más caliente y que ello se deba a la actividad industrial capitalista. O podrá hacerlo pero sin evidencia a su favor.
