La fotografía de arriba muestra dos ciudades – El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua – que existen literalmente juntas, sólo las divide la frontera. A pesar de las diferencias aparentes al examinarlas de cerca, comparten geografía, cultura, clima e historia. Mi vida refleja la relación simbiótica entre las dos ciudades: Durante más de treinta años, mi carrera de enseñanza e investigación, y las realidades que he vivido, se han sucedido en la región Paso del Norte.
El centro de gravedad en la institucionalización de la estructura presidencial y de su poder, (clave para la gobernabilidad de México) descansa en las Fuerzas Armadas en el marco del autoritarismo (1929-2000) y de la endeble transición democrática (2000-2010). Esta indisoluble ecuación se ha visto alterada por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y por la precipitada estrategia de combate al narcotráfico impulsada por el gobierno federal.
Cuando George Bush Jr. salió de la Casa Blanca, el mundo suspiró aliviado. La Doctrina de Seguridad Nacional de golpes unilaterales, la invasión de Irak bajo el pretexto falso de las armas de destrucción masivas, y el abandono de los espacios multilaterales había abierto una nueva fase de agresión estadounidense. A pesar de la concentración en el medio-oriente, el aumento de la amenaza de la intervención militar se sintió fuerte e inminente en muchas partes del mundo.
A lo largo de la historia, los Estados Unidos han desarrollado una serie de planes estratégicos que han fortalecido su hegemonía y su posicionamiento a escala mundial. En México, las estrategias han variado a lo largo de los años y su presencia se ha construido y legitimado con matices diferentes, bajo espacios y momentos históricos precisos. El objeto del presente artículo será analizar el papel de las fuerzas armadas mexicanas en la vórtice de la Iniciativa Mérida y saber cuándo y bajo qué contextos comienzan a establecer planes de asistencia en materia militar México y Estados Unidos.
Si la revista Time tuviera un vislumbre de percepción, habría nombrado al Nini la Persona del Año para 2010. Y ¿qué, se preguntará el lector, es exactamente un Nini? Adoptado en México durante la crisis económica, este modismo popular define a la persona joven que ni trabaja, ni estudia.
La Conferencia Mundial de la Juventud que tuvo lugar el mes pasado en la central ciudad mexicana de León, Guanajuato, despertó un acalorado debate acerca de cuántos Ninis hay ahora en México, divergiendo entre la cifra conservadora de 280,000 y estimaciones de millones de ellos.
El fenómeno creciente de una juventud ociosa también tiene su impacto en Estados Unidos. La verdadera pregunta es cómo medir el costo humano, económico y social de tener millones de jóvenes sin perspectivas para el futuro…
Herido, cubierto de sangre y desesperado, un hombre se acercó a un puesto de control militar en San Fernando, Tamaulipas, a 160 kilómetros de Brownsville, Texas, para denunciar un acto horroroso. Herido en el cuello, el migrante ecuatoriano que iba rumbo a Estados Unidos guió a miembros de la Marina mexicana a una escena aún más horrenda.
En 2008, el presidente de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), creada por la Organización de las Naciones Unidas, Carlos Castresana, advirtió que si no se hacía nada por detener la penetración de los cárteles mexicanos de las drogas, en dos años “ellos podrían tomar la Ciudad de Guatemala”.
Lejos de las unanimidades del período en que gobernaban las derechas en los principales países de Sudamérica, los movimientos sociales consiguen unirse en la defensa de los bienes comunes y en la crítica al extractivismo, pero se separan cuando llega el momento de evaluar a los gobiernos progresistas y de izquierda.
La ruptura de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia inmediatamente después de una sesión especial de la OEA el 22 de julio pasado, marcó el aumento de la enemistad entre el ex-presidente de Colombia Álvaro…
A diferencia de los estados fronterizos de México, donde la violencia provocada por el narcotráfico ha ido en alza, las tasas de delincuencia en los estados fronterizos de EE.UU. con México han ido disminuyendo durante los últimos años. Así que ¿cuál sería la próxima iniciativa de la administración Obama sobre la frontera? Llame a la Guardia Nacional y arroje otros $ 500 millones a la «seguridad fronteriza».