¿TLC entre EE.UU. y América Central: Saltando Sin Mirar?

Falta de información, y una línea de tiempo acelerada
¿TLC entre EE.UU. y América Central: Saltando Sin Mirar?
por Vincent McElhinny | 28 de enero de 2003

 
Los beneficios potenciales del comercio internacional pueden ser un motor importante para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Sin embargo, estos beneficios solo se materializan cuando el comercio es construido sobre fundaciones institucionales sólidas. Hay una gran frustración compartida entre los expertos y organizaciones que están trabajando en América Central de que estas condiciones puedan estar faltando.
La región permanece fatalmente vulnerable a shocks económicos y ecológicos recurrentes. El desarrollo general en la región permanece elusivo, después de una década de posguerra civil y reformas económicas que ya han reducido las barreras de comercio, eliminado subsidios estatales para muchos productores en la región, y aumentado el comercio. La pobreza no ha sido reducida y la desigualdad de ingresos ha aumentado, así como el desempleo y el subempleo; además, el Programa Mundial de Alimentos informa que 8.6 millones de centroamericanos (1 de cada 4) continua sufriendo hambre e inseguridad de alimentos. Mientras tanto, ahora que se aproxima la peor violencia política de los años de guerras civiles en El Salvador, Guatemala y Honduras, la violencia social ha alcanzado proporciones epidémicas. Por desesperación, más centroamericanos parten todos los días para intentar la entrada peligrosa hacia los Estados Unidos.
Además, el proceso frágil de democratización en América Central está amenazada por la falta de pagos económicos, percibidos después de casi una década de reformas, incluyendo una baja significante en las barreras de comercio. Encuestas de la empresa Barométricolatino informan del deterioro en el apoyo a reformas políticas y económicas recientes que tienden hacia una dirección negativa:

58% de los centroamericanos están insatisfechos con el rendimiento de sus economías de mercado.
68% dicen que la privatización ha sido una mala idea.
80% creen que la corrupción ha aumentado.
50% dice que la democracia no funciona en la región.
85% tiene poca o ninguna confianza en sus partidos políticos.

Dado este panorama, uno se pregunta respecto del apuro de los negociadores norteamericanos y centroamericanos por concluir el Tratado de Libre Comercio entre EE.UU. y América Central (CAFTA, por sus siglas en ingles) en tan solo doce cortos meses, especialmente dada la falta de la evaluación de los potenciales impactos sociales, económicos o ambientales que el acuerdo tendría en la región.
La estrategia de comercio de EE.UU. debería basarse en más investigación sobre las conexiones entre la liberalización del comercio y el desarrollo sostenible equitativo. La investigación de la liberalización de comercio ha fallado en demostrar de modo convincente que los países que más comercian, también alcanzan los niveles más bajos de pobreza y desigualdad. De hecho, la evidencia es mixta. El caso de México es particularmente instructivo. El volumen de exportaciones se ha triplicado bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN), y el crecimiento económico promedió un 6% sólido desde 1996 a 2000. Sin embargo, una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo ha demostrado que el 20% de los Mexicanos con mayor ingreso capturó los beneficios de inversión del TLCAN, mientras que más del 60% de los mexicanos permanecen atrapados en la pobreza. Adicionalmente, muchas de las ganancias de competitividad de productividad, que el TLCAN prometió para México, han sido lentas en llegar. Claramente, la relación desarrollo-comercio depende de otros factores (buen gobierno, baja desigualdad, adecuada inversión de capital humano y físico, asistencia sustancial de ajuste). Hasta la fecha, poco se sabe del posible impacto del CAFTA. Son necesarias evaluaciones de impacto sobre el desempleo y efectos de la pobreza del tratado propuesto, para identificar claramente los ganadores y perdedores en la liberalización del comercio en América Central.
Es especialmente necesario más análisis para estimular un debate informado acerca de los aspectos inaceptables de los tratados hemisféricos de comercio. Entre los observadores siguiendo el curso de la integración en las Américas, hay una convergencia de preocupación, relacionada con un número de asuntos claves tales como: procedimientos de disputas inversor-Estado que debilitan la autoridad reguladora local; reglas de servicios como parte de pago que examinan una provisión pública de salud, educación, agua y energía como barreras de comercio; reglas agrícolas que fracasan en abordar los temas de los subsidios agrícolas en EE.UU. o los organismos genéticamente modificados; el tratamiento relativamente sin éxito de disputas de comercio relacionadas con el trabajo y el ambiente a través de acuerdos laterales; y la ausencia de reglas de comercio que se ocupan de los obstáculos para la movilidad de trabajo o la migración. Estos son los asuntos que requieren más estudio mientras que se crean tratados regionales y bilaterales de comercio adicionales.
También es necesaria la participación de la sociedad civil para ayudar a diagramar un curso para el desarrollo en América Central. Dicha participación es el fundamento de la legitimidad política que muchos observadores dicen que falta con respecto a la política económica en América Central. Con el fin de tomar decisiones informadas acerca de los riesgos potenciales y las oportunidades involucradas en la propuesta CAFTA, todas las partes involucradas deberían tener tanta información y recibir tantas contribuciones de ideas como sea posible. Las evaluaciones de impacto deberían hacerse disponibles para los grupos civiles de sociedad, con el fin de permitir su contribución de ideas informadas al proceso de negociación. Deberían llevarse a cabo regularmente audiencias públicas patrocinadas por un equipo gubernamental conjunto del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en ingles), no solo en Washington, sino en cada uno de los 5 países centroamericanos; previo al comienzo de las negociaciones y como un mecanismo periódico para revelar información relevante al proceso de negociación.
Desafortunadamente, hasta ahora, han faltado mecanismos confiables y transparentes de revelación de información en el proceso de CAFTA, así como en otras negociaciones de comercio. Algo emblemático de este problema, fue el reciente rechazo por parte del USTR, para aceptar la petición del Senador Baucus para que un Grupo de Supervisión del Congreso asista a las negociaciones de comercio libre de EE.UU. y Chile, y la falla de USTR para proveer acceso al texto de la negociación. Por supuesto, caducaron siete años antes de que USTR finalmente compartiera el texto de la negociación de FTAA con la sociedad civil.
Claramente, el intercambio oportuno de información entre gobiernos y controladores legislativos o de sociedad civiles del proceso de negociación deben mejorarse. Hay grupos en la sociedad civil de América Central particularmente interesados en aprender qué productos agrícolas EE.UU. ha identificado como productos sensitivos de comercio bajo el CAFTA, y cuáles de ellos son objetos de análisis de impacto por la Comisión Internacional de Comercio de EE.UU.
Mas allá de estas bases fundamentales, son necesarios compromisos firmes para crear un sistema justo de comercio para reducir la pobreza en la región. Es ampliamente reconocido que los países de América Central ingresan al CAFTA con una tremenda desventaja respecto de la capacidad de comercio, las áreas de participación de la negociación y cumplimiento (implementación), así como competitividad y mecanismos de ajuste. El ascenso reciente de asistencia en el fomento de la capacidad comercial (TCBA, por sus siglas en ingles) por el gobierno de EE.UU. y otras instituciones, es un paso importante hacia la disminución de este hueco. Aun así, asistencia en el fomento de la capacidad comercial no trata solamente una parte pequeña de las necesidades de América Central y no debería ser visto como panacea. Ojalá el incremento del TCBA no ateste los programas comprensivos de desarrollo que priorizan una inversión aumentada en educación, salud, crédito y transferencia de tecnología, particularmente en áreas rurales.
Finalmente, hay preocupaciones serias con respecto al plazo que ha sido establecido para las negociaciones del CAFTA: 5 ruedas de negociaciones fijadas para que se materialicen a lo largo de un período de solo 12 meses. Este programa comprimido provee muy poco tiempo para obtener mejoras significantes en la capacidad de negociación de comercio de los asesores de América Central o para permitir una participación constructiva de la sociedad civil. Además, el apuro por firmar un tratado reduce las posibilidades de que la asistencia de desarrollo de potencial de comercio tenga un impacto importante en el resultado de las negociaciones. Y, cuando se toma en cuenta la falta de análisis sólido del impacto potencial del CAFTA, la necesidad falta de espacio para la participación de la sociedad civil, y la necesidad de inversión para ayudar a aquellos que serán mayormente afectados por el tratado, doce meses parece aun más inadecuado.
Vincent McElhinny < vmcelhinny@interaction.org > es el gerente del Programa de la Iniciativa de Sociedad Civil del Banco Interamericano de Desarrollo del InterAction en Washington, DC.

 

Suscríbase a nuestra lista electrónica para recibir anuncios por email que le avisan cuando nuevos artículos, comentarios e informes políticos u otros materiales aparecen en el sitio web del Programa de las Américas.

 

Queremos conocer tu punto de vista . Envíanos tus comentarios sobre este artículo. Tus comentarios podrían ser publicados en nuestro CrossBorder Updater ó el Updater Transfronterizo .
 

 

Publicado por el Programa de las Américas del Interhemispheric Resource Center (IRC). Todos los derechos reservados.

Cita recomendada:
Vincent McElhinny, "¿TLC entre EE.UU. y América Central: Saltando Sin Mirar?" Programa de las Américas (Silver City, NM: Interhemispheric Resource Center, 28 de enero de 2003).
Ubicación
en Internet:
http://www.americaspolicy.org/commentary/2003/sp_0301cafta.html

FEATURED