Venezuela: Debates a raíz de la reforma de la Constitución

Por primera vez, sectores que vienen apoyando a Hugo Chávez desde que ascendió a la presidencia en 1999, se muestran divididos ante el referendo del 2 diciembre sobre una reforma constitucional que no pudo ser debatida por falta de tiempo.

La renuncia del general Raúl Isaías Baduel como ministro de Defensa, en el mes de julio, fue una seria advertencia de que las disidencias en el seno del proyecto boliviariano no eran sólo cuestión de matices. En las semanas posteriores, varios intelectuales y dirigentes políticos que han apoyado el proceso encabezado por Chávez, vienen tomando distancias de la reforma constitucional.

En paralelo, el movimiento estudiantil que emergió en defensa de la emisora de televisión RCTV, realizó múltiples manifestaciones contra la reforma constitucional. Se trata de un nuevo actor social que no debería ser identificado con la clásica oposición derechista a Chávez. En paralelo, su gobierno mantiene tensas relaciones con Colombia y España por motivos diferentes: por la ruptura del diálogo para encontrar alternativas al conflicto interno colombiano, y por el enfrentamiento con el rey de España a raíz de la Cumbre Iberoamericana celebrada en Chile. Parecen demasiados frentes abiertos en una situación muy delicada para Chávez.

Las críticas del general

Baduel guardó silencio desde su renuncia al gobierno hasta el 5 de noviembre, cuando faltaba menos de un mes para el referendo. En esa ocasión llamó a votar contra la reforma porque aseguró que se trata de evitar un "golpe de Estado".

Algunas de las reformas más cuestionadas

+ El período presidencial se extiende de seis a siete años (art.230).

+ Se establece la posibilidad de reelección indefinida.

+ El Banco Central pasa a depender del Poder Ejecutivo.

+ Se establece una "economía socialista" (art .300), de "medios de producción socialistas" (art. 168), de "unidades de producción socialistas" (art. 113) y se define al país como un "Estado Socialista Venezolano" (art. 16), pero no se define qué se entiende por socialismo.

+ El art. 236 establece que el presidente tiene facultades para "crear las Provincias Federales, Territorios Federales y/o Ciudades Federales según lo establecido en esta constitución y designar sus autoridades, según la ley".

+ Atribuye a las fuerzas armadas la "participación permanente en tareas de mantenimiento de la seguridad ciudadana, y conservación del orden interno" (art. 328).

+ El art. 90 establece que la duración máxima de la jornada laboral será de seis horas. Aunque este aspecto no parece cuestionable, varios analistas se pregunta si el país está en condiciones de inscribirlo en la Constitución.

 

La respuesta del oficialismo fue tildarlo de "traidor". Sin embargo, Baduel no es un hombre de la derecha ni forma parte de la oposición: siempre fue un decidido partidario del proceso bolivariano. Fue fundador del MBR-200 y jugó un papel decisivo para frenar y revertir el golpe de Estado de abril de 2002 contra Chávez.

Heinz Dietrich, sociólogo alemán residente en México, lo describe como un militar honesto y uno de los hombres más populares del gobierno Chávez: "Desde que fue comandante de la 42 Brigada de Infantería de Paracaidistas, ha habido muchos intentos de sobornarlo y varias conspiraciones para asesinarlo y no ha claudicado ante ninguna. Es un hombre que actúa por convicciones, no por conveniencias y ésa es la razón por la que se enfrentó al golpe del 11 de abril, pese a que los golpistas lo trataron de sobornar para que colaborara" 1.

Al parecer, la ruptura de Baduel con el proceso bolivariano se relaciona con el escaso combate a la corrupción, la crisis económica en ciernes, la discrecionalidad en el uso de los ingresos de la petrolera PDVSA y la falta de definición de la institucionalidad del "socialismo del siglo XXI", según varios analistas. Para Dietrich, que no sólo apoya el proceso sino que puede considerarse amigo de Chávez, la posición de Baduel lo lleva a ocupar el centro político que está vacante en Venezuela, en el que ahora recalan los "bolivarianos decepcionados".

El sociólogo sostiene que la situación es muy grave. Sólo si Chávez gana el referendo con más del 63%—el porcentaje obtenido por Chávez en las elecciones presidenciales de diciembre de 2006—conseguiría estabilizar su proyecto. Pero si gana con menos del 60% sería "una derrota relativa que pondría en peligro la gobernabilidad del modelo" y si consigue menos del 50% sería "una derrota absoluta" que lo forzaría a convocar elecciones. De ahí que haya propuesto un acuerdo estratégico entre Chávez y Baduel porque una derrota del proceso bolivariano frenaría la integración regional 2.

Su lectura señala que "el modelo actual tiene una serie de debilidades  estructurales, que pueden hacer crisis el próximo año, particularmente en la economía y en la falta de dialéctica en los órganos de conducción del país". Este análisis hace hincapié en que el gobierno Chávez no tiene la fuerza para ganar el referendo de forma clara y de mantener la gobernabilidad en el futuro inmediato. Se trata de una postura favorable a Chávez pero "reaalista", que recuerda que en las elecciones de diciembre de 2006, ganadas con amplia ventaja por Chávez,

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