El desafío de Chertoff a Obama

Al cierre de la administración Bush, se hace de la reforma migratoria una revisión menos que comprensiva, como lo evidenció el Secretario de Seguridad Nacional (titular del Department of Homeland Security, DHS), en su discurso final de "entrega" sobre el Estado de la Inmigración. Durante los últimos tres años Michael Chertoff ha intensificado la campaña hostil a la inmigración posterior al "11 de septiembre" con el objetivo de simplificar la reforma migratoria.

Cerca del fin de la administración Bush, Chertoff arguyó en su discurso del 23 de octubre pasado que la reforma migratoria puede consistir simplemente en perseguir y atrapar inmigrantes ilegales y contratar trabajadores extranjeros. Resaltando el récord reciente del DHS de arrestos, deportaciones, y una frontera sur crecientemente fortificada, Chertoff defendió la tesis de que ha puesto a funcionar con éxito el aparato de Seguridad Nacional, cumpliendo la ley de inmigración "tal como es actualmente."

Lo que queda para la siguiente administración, sostuvo, es continuar por la senda del cumplimiento que él ha "trazado" y persistir en y terminar el aseguramiento de las fronteras. Para completar el trabajo de la reforma migratoria, sin embargo, lo que se requiere es un nuevo programa de trabajo temporal que "ataque la presión económica que empuja ilegalmente la migración a este país."

Chertoff anunció igualmente que la administración continuaría el polémico programa "No Corresponde " (No Match) mediante el que se notificará a los patrones cuando no se halle coincidencia con los números de Seguridad Social que los empleados hayan declarado. Si se aplica, el Programa No Match acabaría con todas las oportunidades de empleo para los inmigrantes ilegales en la economía formal y provocaría el despido masivo de trabajadores inmigrantes. Sus críticos contradicen que en esta red amplia e imprecisa se verían atrapados muchos trabajadores que sí tienen residencia legal.

No se hace mención alguna de la piedra angular de las propuestas para una reforma comprensiva—la legalización—que el año pasado circuló en el Congreso. En su discurso sobre el "Estado de la Inmigración", Chertoff apuntó a redefinir "reforma comprensiva" de manera que signifique cumplimiento comprensivo de la ley en combinación con un programa de trabajadores temporales que satisfaga las necesidades de las empresas.

Obedeciendo a las quejas de las fuerzas contra la inmigración de que el gobierno no estaba cumpliendo la ley de inmigración ni controlando la frontera, Chertoff ha puesto a las dos agencias de Seguridad Nacional para la inmigración, el Immigration and Customs Enforcement (ICE) y la Customs and Border Protection (CBP) a un estricto régimen de ley y orden.

"Tenemos que asegurar al público estadunidense que haremos cumplir la ley que está en los libros," dijo Chertoff. "En consecuencia, aplicando las leyes y los instrumentos existentes tal como se encuentran, hemos encaminado a nuestro país en la dirección correcta respecto de la migración ilegal."

Abundan las quejas contra los abusos de la campaña anti-inmigración del DHS: Muertes de inmigrantes mientras se hallan detenidos, conversión de los migrantes en criminales y su encarcelamiento masivo, más las redadas que han extendido el miedo en las comunidades inmigrantes, han desatado encendidas protestas, demandas legales, y denuncias de investigadores.

Algunos defensores de inmigrantes dicen que una nueva administración debe nombrar un secretario de Seguridad Nacional y directores del ICE y la CBP que reformen las prácticas de detención, pongan un alto a las redadas abusivas y detengan la criminalización de los inmigrantes. Otros afirman que en rigor, el cumplimiento de la ley de inmigración y el control fronterizo ante la inmigración ilegal no deben formar parte de un Departamento dedicado a la seguridad interna ya que los inmigrantes—legales o ilegales—no representan un peligro para la seguridad nacional.

Sin embargo, Chertoff está contando con que la nueva administración seguirá el camino de ejecución de la ley que él ha abierto enérgicamente en el Departamento de Seguridad Nacional con un presupuesto para la inmigración de 15 mil millones de dólares. Entre tanto, los defensores de los inmigrantes se preparan para presentar y lograr la aprobación de su iniciativa de legalización, mientras los restriccionistas anti-inmigrantes ya se organizan para derrotar el programa de trabajo temporal como Chertoff lo propone.

Duro y despiadado

Chertoff es un abogado conservador que subió en las filas del partido republicano hasta convertirse en el principal fiscal antiterrorismo bajo el ex Procurador General John Ashcroft. Miembro prominente de la derechista Federalist Society (Sociedad Federalista), Chertoff fue nombrado dirigente del DHS por el presidente Bush en 2005 ante el aplauso general de los derechistas republicanos y las fuerzas anti-inmigrantes.

Michelle Malkin, enemiga acérrima de los derechos de los inmigrantes y autora de Invasion: How America Welcomes Terrorists, Criminals, and Other Foreign Menaces to Our Shore and In Defense of Internment, saludó entusiasta la designación de Chertoff como sigue: "Un vistazo al historial fuerte y agresivo de Chertoff y sus declaraciones sobre seguridad nacional demuestra que apoya la clase de medidas duras de identificación de amenazas, y el cumplimiento de la ley de inmigración, a diferencia de los fanáticos que se oponen a las técnicas de identificación (profiling)."

Chertoff aseveró que la campaña anti-inmigrante que ha dirigido "está cambiando el curso de la inmigración ilegal. Desarrollamos una estrategia comprensiva de varios años para lidiar con el problema de la inmigración ilegal, aplicamos esa estrategia, y hoy estamos viendo los resultados positivos de nuestras acciones."

Señalando la reducción en el número de inmigrantes indocumentados (basado en un estudio reciente del Pew Hispanic Center que indica un posible declive de 500,000 durante el último año) y en la disminución de aprehensiones en la frontera, Chertoff afirmó: "Hemos revertido la tendencia de inmigración ilegal creciente a nuestro país, lo cual creo no habría sido posible hace sólo unos años."

Aunque reconoce que el deterioro de la economía puede ser causa de desaceleración de la inmigración ilegal, Chertoff señala la eficacia creciente de las nuevas estrategias de cumplimiento de la ley y de disuasión del DHS.

Argumenta que el gobierno debe "poner candados al progreso que hemos logrado", y que "si seguimos manteniendo este paso durante el año o dos años siguientes, de modo que si las condiciones económicas cambian en adelante …, los factores disuasivos habrán aumentado en términos reales, ya que tendremos más muro, más patrulla fronteriza, más tecnología, mejor cumplimiento de la ley y, esperamos, un mejor método para introducir trabajadores legalmente, de manera que cuando la economía mejore, podamos introducir a la gente por la puerta delantera en vez de que entre a hurtadillas por la cerca del patio trasero."

Para Chertoff, la inmigración ilegal se trata menos de los factores que "empujan" y "atraen" a que se refieren los expertos en inmigración, y más de "incentivos" y "disuasores". Alguien que considere cruzar ilegalmente debe sopesar los incentivos contra los disuasores, explicó, y el gobierno debe asegurar que los disuasores superen a los incentivos que representan los empleos. "Cuando aumenta la aplicación de la ley, se multiplican los disuasores," concluyó.

Eliminar ilegales, contratar trabajadores temporales

Para Chertoff una reforma migratoria comprensiva debe incluir una estrategia de alcance triple: estricto cumplimiento de la ley, seguridad fronteriza y programas de trabajadores temporales.

Los grupos empresariales, entre ellos la Cámara de Comercio, han objetado los programas de verificación de empleados porque les cuestan tiempo y dinero a los empresarios. Chertoff replicó: "En mi experiencia, hacer dinero no es justificación suficiente para infringir la ley, ya que la mayoría de la gente rompe la ley con el objetivo de hacer dinero."

Pero reconoció fácilmente que el solo cumplimiento de la ley no es la solución. "Creo que sería mucho más sencillo proponer a los negocios trabajar juntos por una forma legal de obtener trabajadores; es una situación en donde todos ganan. Se obtiene a los trabajadores, los trabajadores están protegidos, y obedecemos la ley." Lo que se requiere, agregó, es "una reforma comprensiva que aborde el tema de los trabajadores temporales."

"Es nuestra filosofía, es mi filosofía personal," dijo Chertoff, "que la solución al atender el problema de los empleos que los estadounidenses parecen no querer tomar, no es dejar que la gente ingrese ilegalmente e infringir la ley para que ocupen esos puestos, sino crear un camino seguro, visible y legalmente regulado para invitar a las personas a entrar cuando queramos invitarlas bajo los términos y condiciones que nos satisfagan como estadounidenses, que nos sintamos a gusto con la seguridad y el impacto económico de esa migración en ese empleo temporal, así como utilizar un método que sea transparente y proteja a los mismos trabajadores de la clase de explotación que algunos de ellos experimentan cuando ingresan con estatus ilegal."

No más caminos hacia la ciudadanía

Hay en la propuesta de Chertoff una simplicidad que falta en otras propuestas de reforma migratoria comprensiva. En lugar de abordar las complejidades de un "camino hacia la ciudadanía", o de una "ciudadanía ganada", Chertoff se limita a ignorar por completo cualquier posibilidad de ciudadanía para los 11 a 12 millones de inmigrantes ilegales, concentrándose exclusivamente en programas de trabajo temporal como la vía legal para tener nuevos trabajadores extranjeros.

En su simplicidad—cumplimiento de la ley más programa de trabajadores temporales—la propuesta de reforma migratoria comprensiva de Chertoff presenta a los inmigrantes ilegales únicamente dos opciones: su eliminación, o permisos de trabajo temporal.

Esta solución pareció súbitamente más posible cuando la Dirigente de la Cámara Baja del Congreso Nancy Pelosi declaró que cualquier solución tendría que ser bipartidista, lo cual implicaría sacrificar algunas de las pasadas prioridades de los demócratas tales como proporcionar a los inmigrantes indocumentados un procedimiento para obtener la ciudadanía.

"Tal vez nunca existe un camino hacia la ciudadanía si la persona ingresó ilegalmente", dijo Pelosi. "Yo esperaría que existiese, pero quizá no la haya", concluyó.

Si no existe un procedimiento para obtener la ciudadanía, los inmigrantes que hoy se encuentran en el país ilegalmente pueden esperar vidas cada vez más precarias. Al parecer, solo si se inscriben en un programa temporal de trabajadores huésped se les permitirá permanecer en el país. Pero la mayoría de inmigrantes ilegales no trabajan para industrias como la agricultura, que tradicionalmente han formado parte de programas de empleos temporales.

Los restriccionistas de la inmigración, aunque complacidos de que las propuestas para un "camino a la ciudadanía" estén perdiendo terreno incluso entre los demócratas, ya están preparando a sus huestes para la batalla contra un nuevo programa amplio de trabajadores temporales que pudiera dar visas de trabajo a los inmigrantes ilegales actuales y a nuevos flujos de trabajadores extranjeros.

La Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense (FAIR por sus siglas en inglés), por ejemplo, ha preparado una respuesta a una proposición parecida a la de Chertoff para ampliar los programas de trabajadores temporales. En su recién publicada Siete Principios de una Auténtica Reforma Migratoria Comprensiva, uno de estos principios enuncia: "Redefinir a los extraños ilegales como ‘trabajadores huésped’ o cualquier otra denominación es justamente eso: una redefinición que intenta ocultar el hecho de que se trata de una amnistía, no de una reforma."

Aunque reconoce que puede haber alguna necesidad de trabajadores temporales en la economía estadounidense, FAIR se propone librar una batalla contra los factores que el Congreso y la nueva administración determinen como indicadores de la necesidad de trabajadores extranjeros. En lugar de acudir a los patrones o por lo menos al gobierno para documentar una posible escasez de trabajadores, FAIR afirma que "la necesidad de trabajadores huésped deben determinarla indicadores objetivos de que existe una escasez de trabajadores; es decir, una extrema inflación en los salarios en un sector particular del mercado laboral."

En otras palabras, a menos que las empresas y negocios puedan demostrar que están pagando salaries exorbitantes para atraer mano de obra, debe rechazarse cualquier petición de ingreso de trabajadores extranjeros. Imitando el lenguaje de muchos sindicatos progresistas, FAIR declara: "No se debe permitir que la política de inmigración socave las oportunidades de los ciudadanos pobres y vulnerables de Estados Unidos para mejorar sus salarios y condiciones de trabajo."

El nuevo "todo sigue igual"

Durante su gestión como Secretario de Seguridad Nacional, Chertoff ha dirigido una escalada drástica de las medidas para seguridad fronteriza y cumplimiento de la ley de inmigración. Como parte de esta campaña hostil a los inmigrantes ilegales, Chertoff ha lanzado nuevos programas como la Operación Community Shield o "Escudo Comunitario" (persecución de miembros de bandas de inmigrantes) y Streamline o "Nuevo Perfil" (arresto y detención de personas que cruzan la frontera ilegalmente), así como la Iniciativa Frontera Segura (que incluye el muro de 1,078 kilómetros—670 millas—y la cerca virtual).

Actualmente, el DHS despliega más de 18,000 agentes de patrulla fronteriza y tiene 30,000 camas de prisión para inmigrantes. En la consecución de la campaña anti-inmigrante Chertoff se ha ganado un amplio respaldo bipartidista de aumentos anuales significativos en los presupuestos del ICE y CBP y de sus iniciativas, mismas que fusionan la aplicación de leyes federales y de medidas policíacas estatales y locales. Lo que es más, muchos gobiernos locales y estatales han aprobado nuevas leyes dirigidas a obligar a los inmigrantes no autorizados a salir de sus comunidades.

Chertoff ha puesto en movimiento una red para inmigrantes bien coordinada e incansable. El aparato de ley y orden en inmigración que dirige en DHS ciertamente demuestra resultados. Pero su énfasis en la aplicación estricta de la ley y su desdén por la justicia está destruyendo millones de vidas mientras fractura comunidades y familias.

"Ya sea que les guste lo que hacemos o no", dijo Chertoff, "sería difícil alegar que hicimos que todo siguiera igual en el último año y dieciocho meses (desde su nombramiento)."

Ahora que la infraestructura, los fondos, las razones y la estrategia para un régimen de amplio alcance de cumplimiento de la ley de inmigración se encuentran bien establecidas, a la administración de Obama se le está transfiriendo una nueva política de inmigración donde "todo sigue igual". Pese a sus declaraciones como candidato de que perseguiría una reforma comprensiva de la inmigración en su primer mandato, a Obama le resultará muy difícil deslindarse de la estrategia de Chertoff de cumplir la ley de inmigración "como es actualmente".

Cualquier cambio de la posición de línea dura de Chertoff sobre cumplimiento de la ley provocará un repunte de enfurecida organización de las fuerzas anti-inmigrantes; y es probable que cualquier proposición parecida a la de Chertoff de un programa amplio de trabajadores temporales sea atacada, como FAIR lo deja entrever, como una iniciativa de legalización de facto. Al ir estancándose la economía, es de esperarse que disminuya el apoyo activo a los derechos de los inmigrantes y su legalización, volviendo aún más difícil para la administración Obama reunir la voluntad política para luchar contra los mecanismos de "primero, cumplimiento" que Chertoff y los restriccionistas han puesto en movimiento.

La administración Obama y el nuevo Congreso demócrata enfrentarán pronto el desafío de abordar la crisis de la inmigración. El camino de menor resistencia puede ser aceptar el "Estado de la Inmigración" tal como la configuraron y definieron Chertoff y los republicanos. Pero el camino más audaz es afirmarse en la razón y el principio para respaldar una nueva iniciativa hacia una reforma comprensiva que satisfaga las preocupaciones válidas de los ciudadanos en cuanto al control eficaz de la frontera y flujos sustentables de inmigración, al mismo tiempo que asegure que los trabajadores inmigrantes y sus familias sean tratados con equidad y justicia.

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