Es una insurrección

Entrevista a Sandra Maribel Sánchez

Sandra Maribel Sánchez es una periodista de varias décadas en el trabajo de información en fuentes políticas y en duros medios para su oficio. Sus programas de opinión cuestionan y forman. Poseen características escasas en los medios de comunicación hondureños: responsabilidad, ética, veracidad y valentía.

¿Qué está pasando, hoy, 19 de diciembre del 2017 en Honduras?

Está pasando que la institucionalidad formal que es un cascarón, está reconociendo a Juan Orlando Hernández como presidente de Honduras, y hay una expresión mayoritaria del pueblo en las calles haciendo resistencia a esa declaración y a la posibilidad de que este hombre se mantenga en el poder. Esto porque la gente se siente violentada, abusada, robada por las autoridades hondureñas y también por esos organismos que mandan misiones de observación. La gente sabe por quién votó y en sus barrios platican de eso, en sus comunidades, en los espacios públicos.

Con todos los indicios que se han ido conociendo del proceso es evidente que quien ganó las elecciones fue Nasralla. Mucha gente no creía en él, pero en este momento lo que se defiende es la voluntad del pueblo que votó por él, se lucha contra el fraude. Aquí nos han robado todo–la educación, la salud, las carreteras, pero la gente siente que este es el límite. Eso la tiene movilizada, y a los empresarios con miedo, esos que apoyaban a Juan Orlando, le echaban leña al fuego y ahora piden que todo se resuelva con un diálogo, pero fueron ellos los que han generado las condiciones para que esto pasara.

Yo tengo la esperanza de que de esto surja la posibilidad de que haya un diálogo, pero no éste que ellos llaman, sino el de una Asamblea Nacional Constituyente donde todos los actores podamos estar en igualdad de condiciones y donde se suscriba un verdadero pacto social, porque en el año 82 fue un pacto entre élites políticas contra militares–el pueblo no opinó.

Ahora el pueblo como nunca antes está con el nivel de conciencia para perseguir ese propósito y están dispuestos a llegar a todo, y no dejo de tener un poco de miedo, pero la insurrección es un derecho que se garantiza en la constitución, ahí está abierta la posibilidad de que la gente no tuviera gobiernos impuestos por la fuerza, y esto es lo que está pasando en el país. Lo puede declarar presidente el tribunal, pero se está quedando por la fuerza, se está imponiendo por la fuerza, de la policía del orden público y el ejército. Construyeron esa policía para que actuara como policía política tal como está actuando, y les dieron a los militares muchos beneficios para que los respalde como lo hacen.

Para nadie es relevante que el tribunal lo haya declarado ganador, lo que la gente está temiendo es la participación de estos militares, porque ya no solo persiguen a los que creen que cometen delitos por protestar, sino que se van a las casas, tiran bombas de gas, agreden a niños y niñas, a personas mayores, no tienen ninguna medida, para eso los entrenaron. En ese momento estamos. El pueblo que no ha asumido ninguna posición hasta ahora, que levante la cabeza y que se sume a las expresiones mayoritarias que están pasando en el país.

¿Qué es lo asombroso que ves en las calles, en este tiempo?

La gente dice que si no te han matado de hambre igual te van a matar después que se instale el dictador, que no dudan que si se consolide los mandara a matar, así de terrible me lo dijo un muchacho, que lo que va a variar es el momento de morir, pero que este gobierno lo va a matar, porque sus objetivos militares son los barrios más empobrecidos, ahí está la saña, porque ahí está la gente a la cual este gobierno les ha robado todo. La decisión de la gente es así de esta dimensión.

¿Y las mujeres?

En primera línea, en todos los lugares en los que he ido ellas están, las cámaras van a los lugares a tomar fotos donde hay quema o imágenes impactantes, pero la postura de las mujeres es increíble, tienen una fuerza tremenda para enfrentar las gaseadas, y llegan hasta donde está la policía, aunque ellos tengan los cascos y escudos, que tengan sus máscaras antigases, no les importa. Las mujeres van con sus hijos porque los tienen que cuidar, y salen con ellos, no es porque son irresponsables como dicen por ahí, están en sus barrios, en sus casas. Las mujeres salen con ellos para salvarlos. En toda mi vida profesional, en mi vida personal, nunca vi a la gente tan dispuesta a estar en la calle. Cualquier gobierno con un poco de raciocinio tendría que ver lo que está pasando y actuar con ese criterio.

¿Quién sostiene al dictador para que suceda esto?

Los poderes fácticos del país. Aunque están titubeando porque están perdiendo mucho. Nos decían desde Trujillo que un barco que llegó al puerto para cargar banano se regresó vacío porque en los caminos entre Colon y Atlántida hay alrededor de 320 contenedores de banano que no han podido pasar. Eso está ocurriendo en muchos lados. Mira, hay gente que tiene conductas delictivas, y que está haciendo saqueos y rompiendo vidrios, pero es parte de la arrechura que tiene la gente, si los mareros a quienes les adjudican delitos, aunque los medios quieren confundir a la población que anda en la calle con los mareros. Pero los mareros son producto del sistema, son producto de las privaciones a los que los somete el sistema. Son hondureños y hondureñas, y viven aquí. Claro que nosotros finalmente hemos podido ir a la escuela, pagar una casa, ir a comprar comida y resolver cosas, pero aquí hay gente que no llega a esto, una no se explica como una familia de seis miembros vive con un salario de ocho mil lempiras.

¿Y la embajada?

Ese es el otro gran actor, no sólo la gringa que siempre nos pone la pata, sino todas porque la Unión Europea está jugando un papel, que en un inicio pareció distante de los Estados Unidos, pero fue ilusión, que la jefa de la misión que parece es una mujer progre dijo algunas cosas fuertes en algún momento y nos generaba confianza de que algunas cosas iban a pasar, pero el resto no vienen a cuestionar el estatus quo. Hay una colusión entre esas embajadas, ven el país incendiado y gente asesinada y poco les importa.

En la última participación del secretario de la OEA que una no tiene por qué tenerle confianza, al menos ofrece una propuesta de salida, pero estos [el grupo de Juan Orlando Hernández] están empecinados en quedarse en el poder. Hay evidencias de un científico que ellos han contratado que ha mostrado que hubo fraude, pero ante la verdad científica cierran los ojos y esgrimen la verdad política. Creo que Almagro a corto plazo está justificando una intervención en Venezuela y necesita curarse en salud, y los mismos gringos le habrán dado ese respaldo, pero hemos visto declaraciones del Departamento de Estado que dicen que tienen cinco días los de la Alianza para hacer impugnación en un tribunal que no tiene legitimidad. En este país no funciona el sistema de salud, ni de educación, aquí la policía sirve para atacar a la población no para protegerla, aquí las decisiones políticas y económicas se toman para una minoría y quieren que creamos en esa institucionalidad, y que ahí se impugnen estos procesos, eso no puede ser así.

Yo confío que la gente que salió en junio del 2009, y estuvo más de 150 días en la calle rechazando el golpe de estado y que por malas decisiones de algunos políticos eso no desembocó en una asamblea nacional constituyente, al menos ahora sí se pueda. Y eso que creo que es sólo una herramienta para construir un pacto social, no es el objetivo final, pero espero que la presión a este señor logre eso, al menos. A pesar de los millones que se ha gastado en bombas lacrimógenas no han podido vencer a la población. Ayer en Villanueva se les acabaron las bombas, los barriles de bombas que llevaron, en medio de las casas salía el humo, el gas blanco de las bombas. ¿Quién gobierna así?

Esto es una insurrección y hasta donde tengo la convicción está influenciada por el liderazgo de la Alianza, porque algunos vieron ahí una vía para ver un poco de luz, pero es más que esto. Es en las comunidades donde la gente organizada entre ellas y ellos discuten lo que van a hacer y ponen a prueba los liderazgos, los observan y vigilan. Eso es maravilloso.

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