Historias de resistencia yaqui: Contra el acueducto, los agroquímicos y los transgénicos en su territorio

I. Acueducto Independencia amenaza con aumentar la dependencia Yaqui

Mario Luna (izquierda), Juan Piña (centro), y otros autoridades Yaqui en Vicam, Sonora, dieron cita para pronunciarse en contra del Acueducto Independencia. (Foto: Kenya Cuén, Cobach Quetchehueca)

Por Karim Oswaldo Duarte Nafarrate, María Marcela Rascón González y Reyna Selina Valenzuela Rendón

El proyecto Sonora SI, impulsado por el Gobierno del estado de Sonora, está siendo impuesto en territorio de la comunidad Yaqui, poniendo en riesgo su estabilidad ecológica, social y económica, según la autoridad tradicional indígena.

“El acueducto es una obra injusta, ilegal, apoyada por el gobierno federal”, dice Juan Piña, gobernador de la Tribu Yaqui, al expresar su preocupación por la situación del país y en especial en Sonora.

Se refiere al Acueducto Independencia, la más grande obra de ingeniería en la historia del estado. El tubo, bajo construcción para llevar agua de la cuenca del Río Yaqui a la ciudad capital de Sonora, Hermosillo, es el eje principal del proyecto del sexenio del gobernador del estado, Guillermo Padrés Elías, denominado Sonora SI.

Al tiempo que el gobernador indígena Piña se pronunció en contra del acueducto, este registró un avance de 8 por ciento en la obra física, en el mes de abril 2012, y Padrés Elías, a su vez declaró, “El acueducto Independencia es un hecho”.

Terminada la obra, fluirían 2.4 metros cúbicos por segundo a través de los 130 kilómetros del acueducto entre la presa El Novillo y Hermosillo, señaló Padrés.

“Veo una obra emblemática, histórica de Sonora ya caminando, sin duda alguna, muy importante para el desarrollo y el crecimiento de Sonora, para la capital, no sólo de un municipio sino de Sonora,” observa.

Sin embargo, el ingeniero Tomás Rojo, coordinador de la Brigada de Defensa del Pueblo Yaqui,  dice que la idea del proyecto de Sonora SI no es sólo por interés del ejecutivo estatal Padrés y del Presidente de la Republica Felipe Calderón, sino que detrás de ellos hay interés económico del extranjero.

“Mientras haya escasez de agua en el Valle del Yaqui, los extranjeros tendrán oportunidad de exportar sus productos a México”, dijo, en alusión a que la zona es de las principales productoras agrícolas del país.

Dado que los integrantes de la tribu Yaqui son los primeros en tener derecho   sobre  el  agua  del  Río  Yaqui,   la  autoridad   indígena  ha interpuesto un recurso legal de amparo, y por eso, en realidad,  el acueducto está lejos de ser “un hecho”, explica Mario Luna,  secretario de la Guardia Tradicional yaqui.

La zona del Río Yaqui era un oasis, siendo hoy una vergüenza por lo seca que se encuentra, dice. Llevar a cabo la construcción del Acueducto Independencia empeoraría la situación, agrega. 

En años anteriores, la Tribu Yaqui pretendió ayudar a las comunidades de Empalme y Guaymas, permitiendo la construcción de un acueducto para abastecer las necesidades de la población de estos municipios, recuerda.

Sin embargo, la construcción sólo benefició a la zona turística de San Carlos, siendo esta una de las tantas razones por las cuales el 98 por ciento de la población Yaqui no está dispuesta a aceptar el proyecto que el gobierno estatal quiere imponer, informa. 

El mandatario estatal destaca la coordinación y el apoyo del gobierno de Calderón, así como la disposición del alcalde de Hermosillo y de los delegados federales que han coadyuvado para lograr una de las obras torales del programa integral Sonora SI. 

En cambio, sentencia Luna: “Ellos nunca nos han buscado para dialogar”.

Los periodistas son estudiantes del Colegio de Bachilleres del Estado de Sonora Obregón 2. Este artículo fue publicado originalmente en Melóncoyote: Periodismo para elevar la conciencia Ecológica Boletín Cuidadano sobre el Desarollo Sustentable en del Noroeste Mexicano Verano 2012, Vol. 3, No. 1, www.meloncoyote.org y publicado con permiso de Meloncoyote por el Programa de las Américas www.americas.org/es

II.  Autoridades e ingenieros yaquis señalan riesgos de agroquímicos y transgénicos

Por Flor Rebeca Amarillas Sánchez, Dania Noheli Meneses Velázquez y Marco Antonio Rodríguez Valerio

Mario Luna (izquierda), Tomás Rojo (centro) y Juan Domingo Molina: Autoridad e ingenieros de la tribu Yaqui muestran preocupación por la aplicación de agroquímicos y transgénicos. (Foto: Karim Oswaldo Duarte Nafarrate, Cobach Plantel Obregón 3)

Entre los integrantes del Pueblo Yaqui—tribu nunca vencida por los españoles durante la época de la conquista de México ni por nadie después—ronda la preocupación de ser ignorados más que nunca en la historia.

Hoy en día, comenta el Secretario de la Autoridad Tradicional Mario Luna, “Nosotros sentimos que no nos toman en cuenta y que no existimos, por algunas distintas creencias. Por eso es que queremos que nos escuchen”.

Luna se dirige a un grupo de alumnos y alumnas del Colegio de Bachilleres del Estado de Sonora (Cobach) de distintos planteles de la Zona Sur. Habla en castellano como intérprete del Gobernador Juan Piña y su consejo tradicional reunidos, ya que estos se limitan a conversar en su lengua indígena.

Por ese sentir, así como por considerar importante animar y responder a las inquietudes de los jóvenes estudiantes y maestros, explica, decidieron ofrecer su tiempo y su espacio, y hasta permitir fotografías cuando son pocas las personas a las que dejan que les tomen la foto.

A pregunta expresa de la alumna Gladys Cázares, los ingenieros yaquis presentes en el encuentro opinaron que el mal uso y aplicación de los agroquímicos llegan a causar una serie de problemas en el entorno de la salud, como cáncer de la piel y leucemia, por mencionar tan sólo unos.

El ingeniero yaqui Juan Domingo Molina se quejó de que las “aeronaves fumigadoras pasan aquí encima de la comunidad, que no se ve que haya un control”.

 Comenta que para poder aplicar estas sustancias, los vientos deben de ser menores de 8 kilómetros por hora, y que aún cuando los vientos son más fuertes, son aplicadas.

“Realmente ha habido problemas con gente nuestra”, continua. Los trabajadores del campo que fumigan con mochila a la espalda “a veces no leen etiquetas, no sellan bien las bombas, no se ponen máscaras, se mojan por contacto directo de la piel. Los problemas siguen siendo tremendos”.

El ingeniero yaqui Tomás Rojo señala el peligro de la contaminación del agua “cuando llueve o con los riegos–es que este contaminante se  ‘percola’. Nosotros  tenemos   la   certeza   de   que  son  otra  vez extraídos a través de dos pozos”, dijo. Por la matriz y la leche materna “puede llegar a afectar a los niños, por lo que deben hacer un estudio”, asevera.

“¿Conoce algún tipo de pesticida ecológico?” pregunta la alumna Amaranta Márquez.

 El mejor, según los técnicos, es el control integrado y no usar el control químico, contesta Molina. En este sentido dijo, “Están produciendo huevecillos de larva, un tipo de parásito de lepidóptero, el gusano peludo”.

Rojo dijo que la siembra de los transgénicos es “muy peligroso”, ya que “los cultivos transgénicos resultan en una planta que se hace resistente a ciertos elementos químicos usados para controlar la plaga, y al contrario afectan a la planta”.

Los alimentos transgénicos, o sea productos genéticamente modificados, pueden causar reacciones alérgicas y pueden resultar en la modificación accidental de otras especies. Unos ejemplos de transgénicos son los elotes amarillos “chapitos” y ahora hasta las sandías, menciona Rojo.

Los periodistas son estudiantes de Cobach Plantel Óbregon 3, publicado en Melóncoyote: Periodismo para elevar la conciencia Ecológica Boletín Cuidadano sobre el Desarollo Sustentable en del Noroeste Mexicano Verano 2012, Vol. 3, No. 1, y publicado con permiso de Meloncoyote por el Programa de las Américas www.americas.org/es

Contra el despojo: Miembros de la tribu Yaqui Mario Luna e hija. (Foto: Gloria Abdala)

Nota de la redacción: El 1 de septiembre la Autoridad Yaqui junto con el Movimiento Ciudadano por el Agua consensuaron y emitieron una declaración el 1 de septiembre de 2012, La Tribu Yaqui denuncia al mal gobierno por querer cometer el despojo más descomunal de la historia, que dice en parte:

El gobernador del estado Guillermo Padrés, y los intereses financieros que lo respaldan para despojar a la Tribu Yaqui y a la producción de alimentos de su principal insumo que es el agua, no lograron, con su millonaria campaña, sofocar la resistencia, la unidad y el carácter social y popular del Movimiento. El gobierno de Padrés, fracasó en su empeño de estigmatizar al movimiento como una expresión de intereses particulares y partidistas; también fracasó en su desesperado propósito de adjudicarle propietarios y de intimidar con sus amenazas y desplantes bravucones…  El Movimiento Ciudadano por el Agua, este primero de septiembre de 2012, celebra junto con la Tribu Yaqui las acciones de desobediencia civil realizadas el año pasado, como también celebra que las instituciones de la nación respondan en contra de lo que se le quiere hacer al Valle del Yaqui, a Sonora y a México.

Después de emitir la declaración los yaquis protestaron en la carretera, y los juzgados del distrito ordenaron parar la obra, hasta ahora sin éxito.

III. Proteger la Cuenca del Río Yaqui: reto binacional para Sonora y Arizona

by Talli Nauman

Desviar el agua potable y de riego de la Cuenca del Río Yaqui para la industria de la capital de Sonora, en la ciudad de Hermosillo, como es el capricho del gobernador Guillermo Padrés Elías, confronta no solamente a las comunidades indígenas y agrícolas río abajo de la Presa Novillo, sino también a las y los conservacionistas río arriba, al otro lado de la frontera entre México y Estados Unidos.

Mientras la Tribu Yaqui y los demás agricultores del Valle del Yaqui libran una lucha campal contra el despilfarro de su vital líquido, ahora sin darse cuenta, tienen un aliado en la Fundación Cuenca Los Ojos (CLO), con sede en las montañas Chiricahua del sureste del estado de Arizona, organización sin fines de lucro con 30 años de trabajo hormiga para asegurar la recarga de los nacimientos del río.

“Hemos restaurado 20 por ciento de la ciénaga original”, asegura la cofundadora de CLO, Valer Austin, a Melóncoyote.

Cuenca Los Ojos trabaja dentro del área delineada en color rojo, dentro asimismo de la Cuenca del Río Yaqui, mostrada en color gris. (Mapa cortesía CLO)

La Cuenca del Río Yaqui es el sistema ribereño más grande de Sonora. Atraviesa el estado por unos 320 kilómetros (200 millas) hasta desembocar en el Golfo de California.

A lo largo de su trayectoria binacional, el agua corre a la vista sólo en contados lugares. El volumen apenas basta para fluir por debajo del arenoso cauce del río. La evidencia de la desertificación está patente en los muchos árboles muertos a las orillas.

“El río está seco porque todo el mundo extrae agua”, dice Austin. “Nosotros estamos introduciendo agua”.

Los sitios del proyecto para revivir el Río Yaqui están en el Rancho El Coronado, ubicado no muy lejos del último reducto de Gerónimo, líder apache del Siglo XIX , y en el Rancho San Bernardino, mismo que se extiende por ambos lados de la frontera en las afueras de Douglas, Arizona y Piedras Negras, Sonora.

Érase una vez que Rancho San Bernardino se conocía como una ciénaga, y así lo indica su suelo oscuro, polvoroso, fino; antes un vasto humedal. Hoy se ve reducido a un pedacito de su potencial, debido a malas prácticas del uso del suelo, sobre todo la tala en el monte, así como la introducción de ganado y cultivos en el valle.

“Intentamos levantar el nivel de los arroyos para que el agua desborde de nuevo, se encenague, y las plantas asociadas con las ciénagas empiezan a volver”, dice Austin.

“Estaba seco, y ahora hay tres millas de agua corriendo en el Rancho Coronado. Hay agua en el río todo el año. La tierra lo retiene como esponja. La esponja se vuelve cada vez más benéfica para el sistema entero del Río Yaqui. Lo que quieres es que el río entero hace eso”.

Valer Austin. Foto: Talli Naumann

Un siglo después de la celebrada resistencia de Gerónimo, CLO puso su propio “hasta aquí ”, comenzando la restauración de la cuenca. Es un trabajo de hormiguita, que se realiza poniendo piedra sobre piedra para lograr que el agua se acumule gota tras gota.

Austin y el cofundador de CLO, su esposo Josiah, enviaron equipos a construir trincheras en las laderas y a introducir maquinaria pesada para tapar fisuras y captar agua. Aunado a estas estructuras para bajar la velocidad del flujo de las aguas pluviales en tiempos de lluvias, levantaron una especie de presas más grandes, los llamados cestones, que consisten en canastas metálicas llenas de piedras. Estas detienen los sedimentos, controlando a la erosión, y reteniéndolos hasta filtrarse , lo que convierte el terreno, de escarpado, en suave humedal.

Austin se preocupa por el panorama general y a largo plazo.

“Pienso en el escenario de aquí a 200 años”, dice. “Son los sistemas que hay que considerar. En cuanto al cambio climático, un humedal en un desierto es muy, muy importante. Una ciénaga puede contener más agua que un delgado riachuelo. La transpiración de los arboles forma nubes, trae lluvia, abastece el agua de la superficie. Al mismo tiempo las raíces retienen la humedad, en la sombra de las ramas”, dice.“¿Qué tal si podríamos aplicar este método en todo el Río Yaqui…y en todas partes en todo el mundo”? exclama.

Con ese fin, se forjan ligas, que hasta ahora incluyen a 25 organizaciones en la Alianza de la Cuenca Yaqui-Gila, con el objetivo de  identificar  y  proteger  rutas  migratorias  de animales  y

aves, mismos que pasan por la cuenca en sus viajes entre Costa Rica y Canadá.Entre los grupos involucrados en el esfuerzo transfronterizo están: Animas Foundation, Malpai Borderlands Group, The Nature Conservancy, Sky Islands Alliance, Wildlands, Naturalia, Pronatura, y Northern Jaguar Project. En cuanto al gobierno, se encuentra la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Comisión Nacional Forestal, así como agencias apoyadas por el ministerio del Interior de Estados Unidos.

EL ÉXITO EN NÚMEROSCuenca Los Ojos y ejidos aledaños ya pueden jactarse de los siguientes logros:

  • 30 mil 500 trincheras  construidas.
  • 54 cestones instalados.
  • 12 mil 500 acres tratados con técnicas de restauración.
  • 4 mil 327 acres de arbusto tratados con arado.
  • 6 mil 446 acres sembrados.
  • Más de 700 árboles plantados a orillas de los arroyos cada año en los últimos cinco.
  • Un incremento de 1 mil 920 acres de ribera.
  • Cinco millas de agua perenne en una parte del río seco desde hace tres años.
  • 450 estudiantes locales capacitados mediante visitas al campo y trabajos de restauración.
Los autores de partes I & II son estudiantes de Cobach Plantel Óbregon 3 y patre III por la co-directora de Periodismo para elevar la conciencia ecológica. Originalmente publicado en Melóncoyote Boletín Cuidadano sobre el Desarollo Sustentable en del Noroeste Mexicano Verano 2012, Vol. 3, No. 1, http://www.meloncoyote.org/issue_v3_n1/page01.html y publicado con permiso de Meloncoyote por el Programa de las Américas www.americas.org/es. El artículo fue revisado el 30 de Oct. 2012

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