Las elecciones en Honduras, 2013: Una mirada desde las defensoras de derechos humanos

DSC_03211. Panorama de cara a las elecciones

Nota de Redacción: Esta es la primera parte de una serie escrita por Daysi Flores sobre el proceso electoral 2013 en Honduras desde la perspectiva de las defensoras de derechos humanos de este país. Flores, comunicadora y también defensora, presenta las voces de defensoras–dirigentes de varios de los movimientos sociales más importantes del país—que hablan sobre estas elecciones históricas con una visión de género y de lucha popular.

Vengo de una tierra que le sobra alma, cuerpo y resistencia. Así lo ha demostrado a lo largo de la historia, sobre todo después del Golpe de Estado del 2009 cuando nos levantamos en contra de los usurpadores del poder. Haciendo nuestro el Artículo 3 de la Constitución que daba vigencia al pacto democrático recién comenzado en 1982: Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos.

Estuvimos a diario en las calles haciendo uso de nuestro derecho a la insurrección en defensa del orden constitucional. Durante meses soportamos directamente los horrores de la represión militar y aun así, día a día, salimos a defender de manera pacífica la democracia y a repudiar la dictadura que se instalaba. A pesar de nuestra presencia en las calles, en noviembre del 2009 se llevaron a cabo elecciones desconocidas por la mayoría de la población, instalando la dictadura a la que ahora nos enfrentamos.

El nuevo “gobierno,” desconocido por la Resistencia, se hizo llamar a sí mismo “el gobierno de la reconciliación nacional” a pesar de tener figuras perpetradoras del Golpe de Estado, como el mismo general Romeo Vásquez Velásquez,  en su gabinete y de promover la represión y la militarización de todo el territorio. Ha sido bajo ese “gobierno” que Honduras fue declarado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito como el país más violento del mundo en el 2011.

En ese mismo año, y como producto del desconocimiento nacional e internacional y la ingobernabilidad Porfirio Lobo Sosa, el titular del ejecutivo, decidió firmar junto al presidente derrocado, Jose Manuel Zelaya Rosales, el Acuerdo de Cartagena, el cual garantiza que Honduras sea reincorporada al seno de la Organización de Estados Americanos (OEA). De este acuerdo surge entre otras cosas la posibilidad de que el mandatario exilado en República Dominicana retorne al país con una restitución plena de sus derechos políticos.

La firma de este pacto se dio en medio de controversiales visiones de los movimientos sociales lo que lleva que a lo interno del Frente Nacional de Resistencia Popular se definan dos posiciones: La Electoral y la Refundacional. De la posición Electoral, surge la iniciativa de conformar el partido político Libertad y Refundación (LIBRE) que se inscribiría en las elecciones que tenemos a la vuelta de la esquina. Después de muchas negociaciones y la conformación de varios movimientos a lo interno del partido, se llega al consenso de nombrar como candidata a la presidencia a Xiomara Castro de Zelaya, esposa del presidente derrocado. La candidatura de Xiomara Castro ha generado muchas pasiones en la vida política del país y en estos momentos ostenta el primer lugar en las encuestas de intención de voto.

Las mujeres organizadas han jugado un papel central en todo este largo proceso de defensa de los derechos y de la deomcracia. En víspera de las elecciones generales, desde JASS queremos compartir  las visiones de varias defensoras y líderes de distintos movimientos.

Por eso conversamos con defensoras del norte, sur y occidente del país: Berta Caceres es la coordinadora del Consejo Civico de organizaciones indígenas y populares de Honduras (COPINH), Miriam Miranda es la coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH), Magdalena Morales de la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), Esly Banegas de la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguan (COPA), Nubia Casco Red Nacional de Defensoras de Ojojona, María Santos Domínguez del COPINH Rio Blanco, Intibuca. Les dejamos sus impresiones, recogidas en el Encuentro Nacional de Movimientos Sociales y Populares de Honduras el 2-3 de noviembre.

Berta Cáceres: El panorama se pinta muy difícil porque ellos tienen todo el poder, toda la maquinaria política, ideológica, financiera, los emporios económicos, la oligarquía, la ultraderecha, los militares, todos sus cuerpos de inteligencia militar represiva ya sea cubierta o destapada, los medios de comunicación, el poder para hacer un fraude técnico aunque será muy difícil esconderlo. Una prevé más represión porque hay una preparación distinta del régimen  en cuanto a cómo actuar con respecto a los movimientos sociales, no es como cuando el golpe. Se han preparado, ya tienen la experiencia del Golpe y lo dieron no para ceder poder. Lo dieron para afincar su poder. Tienen más logística, más asesoría, más asesinatos y la criminalización a nuestros movimientos.

Esly Banegas: Nosotras en el Aguan estamos con una esperanza, en general el pueblo tiene esperanza de que se puedan dar algunos cambios. Es una oportunidad, este pueblo no ha tenido alternativas. La oportunidad de plantarnos en las luchas de las mujeres para poder exigir el respeto a nuestros derechos que han estado siendo pisoteados desde todos los aspectos, el sistema patriarcal, la oligarquía, para las mujeres también representa un reto.

La diferencia con el proceso del 2009 es que solamente estaban los partidos tradicionales y a esas elecciones fueron solo entre ellos mismos para defender los intereses de la oligarquía y del rompimiento institucional. Ahora hay un nuevo partido que sale de una asamblea del Frente Nacional de Resistencia, y puede mejorar la situación, aunque eso no será de la noche a la mañana porque la oligarquía ha extinguido al Estado. Las mujeres sentimos esa carencia en la discriminación.

Miriam Miranda: Este es un proceso electoral distinto a los otros procesos porque después del golpe de Estado, se estamos rompiendo con el bipartidismo. Hay una necesidad de generar una nueva Honduras, distinta y después del golpe de Estado hay una develación de quien es quien en este país y eso es maravilloso. Porque desde la cotidianidad la gente toma posiciones críticas ante los partidos tradicionales, ya no solo somos los movimientos sociales, ya es la gente que se da cuenta de que los dos partidos nos han sumido en una crisis y una desesperanza como pueblo.

Y eso no es poca cosa, porque yo creo que nunca había habido discusión y análisis de la gente  y las comunidades sobre los tres poderes del Estado y el papel de estos. Es más, hace unos años ni se sabía muy bien quienes eran los tres poderes del Estado pero ahora en las comunidades te dicen claramente Corte Suprema de Justicia, Congreso Nacional, el Presidente y hay claridad en el papel de cada uno. Eso no significa que no hay que hacer un trabajo fuerte para romper con el bipartidismo y para romper con la concepción de que la democracia es ir a votar en las elecciones. Hay que deconstruir lo que es la democracia, hay que hablar sobre lo que significa la participación real, lo que significa la consulta, el que se nos pregunte, que significa que a cada una de las hondureñas y hondureños se nos pregunte como queremos vivir. Hay que deconstruir conceptos como la democracia y el desarrollo y evidenciar como están entregando los recursos en nombre de ese “desarrollo.” Pero en este momento, está abierto el espacio y todo depende de cada hondureño y hondureña y de los movimientos sociales para que podamos avanzar mas alla de lo que pase el 24 de noviembre.

Magdalena Morales: Es bien dificil la perspectiva porque todo está patas arriba. En este momento no tenemos un partido político a quien le podamos apostar. SI ganara doña Xiomara, sabemos que será dificil que la dejen gobernar. Nada se va a resolver de la noche a la mañana.

Nubia Casco: El proceso del 2009 fue impuesto por el sistema corrupo y por eso no fue reconocido por nosotras las mujeres ni por el pueblo.

Maria Santos Domínguez: Para nosotras la situación es bien diferente porque ya no queremos seguir con estos presidentes y aun no hemos decidido que haremos de cara a las elecciones porque no le creemos a nadie. Para nosotros no hay gobierno. Creo que hay esperanza que podemos llegar a avanzar en la lucha que tenemos pero es incierto porque los partidos políticos prometen y luego no cumplen.

Daysi Flores es Directora de Programas de JASS (Asociadas por lo Justo) en Honduras. Colabora con el CIP Programa de las Américas www.americas.org/es

 

 

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