El MERCOSUR ante el ALCA: Nuevas tensiones y nuevas opciones

Observatorio
Hemisférico
El MERCOSUR ante el ALCA: Nuevas tensiones y nuevas opciones
Eduardo Gudynas | 29
de octubre de 2003

Americas Program,
Interhemispheric Resource Center (IRC)

www.americaspolicy.org

 
Se viven nuevos énfasis y nuevos desafíos para el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) en el marco de los procesos de integración en América Latina. El bloque, iniciado formalmente en 1991 (un año antes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte/TLCAN), está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay como miembros plenos, y desde hace algunos años con Chile y Bolivia como asociados a nivel de libre comercio.
El MERCOSUR es un proceso de integración con objetivos económicos
y políticos, que ha dado algunos pasos más allá de un
acuerdo de libre comercio, y es actualmente una unión aduanera imperfecta.
El bloque engloba 200 millones de personas y es el tercero en importancia
por detrás del TLCAN y la Unión Europea.
Tras varios años de auge, con una expansión vertiginosa del
comercio regional, el MERCOSUR ha sufrido el impacto primero de la devaluación
de la moneda brasileña, y más recientemente de la crisis en
Argentina. A pesar de esos golpes, el bloque sigue avanzando especialmente
a nivel político, donde le esperan duras pruebas en el marco de las
negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
 
Brasil y los nuevos énfasis
regionales
En el marco de las negociaciones tanto en el ALCA como a nivel global,
Brasil ha buscado potenciar su poder negociador a partir del MERCOSUR para
presentarse como líder regional. Esta postura fue iniciada en el anterior
gobierno de Fernando Henrique Cardoso y se viene profundizando en la actual
administración de "Lula" da Silva.
Sin embargo, esa postura ofrece nuevas particularidades. El actual gobierno
de Brasil ha dejado más en claro que el acento ya no está en
América Latina como un todo, sino en América del Sur. El presidente
Lula acaba de declarar que "América del Sur es mi casa" agregando
que "México y América Central ya tienen otros intereses;
creo que América del Sur está más próxima a convertir
en realidad el sueño de la integración".
En este sentido la búsqueda de nuevos socios apunta a los países
andinos. En ese camino también es evidente otro cambio importante:
ya no se insiste tanto en un acuerdo entre mercado del sur con el bloque de
la comunidad andina, sino que se busca "ampliar" el MERCOSUR sumándole
nuevos socios andinos. Aunque no se lo admite formalmente, se insinúa
que la Comunidad Andina no logró madurar como acuerdo de integración
y en cambio el MERCOSUR si lo ha hecho.
La "ampliación" del MERCOSUR acaba de sumar a Perú,
y se espera que Venezuela sea el próximo país. Ese camino cuenta
con el apoyo del nuevo gobierno argentino de Néstor Kirchner, y la
desconfianza de la administración de Jorge Batlle en Uruguay. Para
reforzar esos lazos, el gobierno de Lula está promoviendo varios acuerdos
de integración en infraestructura (como puentes, carreteras y líneas
eléctricas), especialmente con Bolivia, Perú y Venezuela.
En el caso del ALCA, un MERCOSUR ampliado permitiría incrementar
su potencial negociador, y consecuentemente también aumentaría
la importancia de Brasil. Algunos temas en disputa con Estados Unidos, como
el proteccionismo agrícola o las medidas anti-dumping, podrían
ser manejados de mejor manera con ese MERCOSUR ampliado.
Muchos analistas y políticos consideran que justamente la ampliación
del MERCOSUR es el proceso que más preocupa a Washington. Toda vez
que se avanza un paso en ese sentido, surge una medida desde Estados Unidos
que apunta en un sentido opuesto. El caso más notorio se observó
cuando Chile se encontraba próximo a integrarse como miembro pleno
al MERCOSUR, y justamente en ese momento recibió la invitación
de la administración de Bill Clinton de iniciar la negociación
de un acuerdo de libre comercio con EE.UU. Ese caso debe tenerse presente
ya que demuestra que una ampliación por medio de nuevos países
"asociados" al nivel de libre comercio no necesariamente fortalecerá
al MERCOSUR.
El mismo proceso se está viviendo en la actualidad, donde Brasil
y el MERCOSUR han logrado un acuerdo de asociación con Perú,
y casi simultáneamente Washington indica la disponibilidad de un acuerdo
de libre comercio con ese país. Las consecuencias de ese coqueteo se
sintieron inmediatamente, ya que el gobierno de Alejandro Toledo rápidamente
renunció al Grupo de los 20 (bajo un fuerte debate interno que todavía
prosigue) y respondió con alegría a la invitación de
negociar con Washington.
 
Fortalezas y debilidades
La estrategia de "ampliación" del MERCOSUR que promueve
Brasil tiene elementos positivos asociados a la idea de un "bloque sudamericano",
pero a la vez tiene una debilidad propia en tanto se lo busca por medio de
acuerdos de libre comercio. En efecto, la ampliación del MERCOSUR se
está dando por agregar nuevos miembros a nivel de convenios de libre
comercio (ese es el caso de Perú y allí está la meta
de las negociaciones con Venezuela). Sin embargo, el MERCOSUR tiene como objetivo
un "mercado común", que va más allá del libre
comercio, con un fuerte contenido político. Si el MERCOSUR se restringe
al libre comercio terminará siendo más similar al TLCAN que
a un proceso de articulación política fuerte como se ha vivido
en Europa.
El propósito de la integración política se puede mantener
mientras la mayoría de los participantes del acuerdo son "miembros
plenos", pero se pone en riesgo a medida que el número de asociados
se eleva. La marcha al mercado común funcionaba mientras se contaba
con cuatro socios plenos y uno o dos asociados a nivel comercial. Pero a este
ritmo, el número de participantes del esquema de libre comercio terminará
igualando a los cuatro socios originales. De esta manera, el acuerdo se convierte
poco a poco en algo similar a un "TLCAN del sur".
La propuesta de Brasilia aumenta el número, pero no lo fortalece
políticamente a nivel del ALCA. Eso se debe a que los acuerdos políticos
que obligan a las coordinaciones productivas y de negociación externa
no se aplican a los asociados comerciales. Entonces debemos preguntarnos cuál
es el sentido de tener asociados a Chile o Perú, si los gobiernos en
esos países prosiguen con una política comercial que es funcional
a la propuesta de Washington para el ALCA.
Esta tensión interna se debe tanto a la desconfianza de muchos países
sudamericanos frente a Brasilia, como a las resistencias dentro del propio
Brasil para una integración con normas supranacionales. En muchos vecinos
todavía se mantienen dudas sobre la posibilidad de un cierto imperialismo
brasileño a escala local. Entretanto, en Brasilia no se desea ceder
ningún espacio de soberanía a un sistema de normativa supranacional,
que impone normativas por arriba de las leyes nacionales. Se habla mucho de
un parlamento común de MERCOSUR pero no hay indicaciones concretas
sobre el camino a seguir para lograr leyes supranacionales; se busca un bloque
común pero no está claro dónde y cómo Brasil cederá
ante las demandas de las naciones más pequeñas. El presidente
Lula repite que su intención está en moverse en ese sentido,
pero los caminos precisos siguen siendo poco claros.
Justamente el problema de la resolución de disputas dentro del MERCOSUR
y la ausencia de coordinaciones más eficientes explica una parte de
las protestas de Uruguay frente a Brasil; aunque otra parte se debe al coqueteo
del gobierno uruguayo con la administración Bush. En cuanto a la colaboración
con sus vecinos, muchas de las recientes medidas de Brasil en realidad están
orientadas a fortalecer sus propias empresas o las vías de salida de
sus exportaciones. Sin embargo, el primer cambio concreto de importancia ha
sido la condonación de la deuda de Bolivia, como gesto de Brasilia
para consolidar al nuevo presidente Carlos Mesa.
Para hacer las cosas más complicadas, dentro del gobierno brasileño
también se viven tensiones. La estrategia integracionista que plantea
el canciller Celso Amorín y el asesor especial Marco Aurelio García,
está enfrentada con la visión de los ministerios de economía,
agricultura e industria, así como la de varios sectores empresariales,
que reclaman una mayor flexibilidad en las negociaciones del ALCA. La disputa
subió de tono, y el propio Lula dejó en claro que manejará
personalmente el sentido de la negociación. Sin embargo, en los últimos
días la prensa brasileña más influyente se ha preguntado
si la posición frente al ALCA es coraje o cobardía.
 
Las opciones frente al ALCA
El MERCOSUR llegará a la reunión ministerial del ALCA en
Miami con estas fortalezas y debilidades. Los hechos de las últimas
semanas han llevado a que Brasil se convierta en la contracara de Estados
Unidos en estas negociaciones comerciales, tanto por interés propio
como por la alineación con Washington de otras naciones importantes,
como México, Chile o Colombia.
Esto explica la necesidad brasileña de fortalecer el MERCOSUR, apelando
en especial a profundizar todavía más la articulación
política con Argentina. El reciente "Consenso de Buenos Aires",
firmado por los presidentes de Kirchner y Lula estuvo en buena medida centrado
en cuestiones de integración y posicionamiento internacional.
En esas complejas discusiones el MERCOSUR corre el riesgo de quedar aislado,
sin otros apoyos en su demanda de ciertas concesiones en el comercio hemisférico.
Brasil enfrenta el mismo problema de quedar aislado tanto en el ALCA como
dentro del propio MERCOSUR. Por lo tanto las negociaciones en Miami tendrán
consecuencias no solamente a nivel hemisférico sino sobre el futuro
de la integración en el Cono Sur. En buena medida el futuro del MERCOSUR
depende del ALCA: si se mantiene estancado en un acuerdo de libre comercio
y simultáneamente se aprueba un tratado de libre comercio hemisférico,
el MERCOSUR perderá su propio sentido. Por lo tanto, la salida para
el MERCOSUR es fortalecer todavía más la integración
regional.

Eduardo Gudynas es analista de información en D3E (Desarrollo,
Economía, Ecología y Equidad en América Latina; www.globalizacion.org )
es analista del Programa de las Américas www.americaspolicy.org .
 

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Publicado por el Programa
de las Américas del Interhemispheric Resource Center ( IRC ).
Todos los derechos reservados.
Cita recomendada:
Eduardo Gudynas, "El MERCOSUR ante el ALCA: Nuevas tensiones y nuevas
opciones" Programa de las Américas (Silver City, NM: Interhemispheric
Resource Center, 29 de octubre de 2003).
Ubicación
en Internet:
http://www.americaspolicy.org/columns/gudynas/2003/sp_0310alca.html
Información
de producción:
Escritor: Eduardo Gudynas
Redacción: Laura Carlsen, IRC
Producción y diseño: Tonya Cannariato, IRC

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