Aumenta el número de menores en los albergues para migrantes con rumbo al norte

Ixtepec1En día reciente de marzo, Luis (su nombre ha sido cambiado), de 17 años guatemalteco, arribó al albergue para migrantes Hermanos en el Camino, en Ixtepec, Oaxaca. Con un poco más de 5 pies de altura, se jaló su sombrero hacia al frente viendo hacia el suelo y comenzó a volver a contar su historia.

Luis es de un pueblo en el departamento de Huehuetenango y espera llegar a los EU a trabajar y poder mandar dinero a su casa. “La vida es muy difícil en Guatemala,” dice. Su familia pagó a un coyote para que lo trajera al norte. En Chiapas, el coyote lo abandonó, llevándose los cientos de dólares que su familia había juntado.

“Cuesta mucho llegar aquí, y quiero llegar a los Estados Unidos. Pero no sé cómo le voy a hacer para seguir.”

Cuando el tren carguero “La Bestia” llega a Ixtepec, Oaxaca–-a veces con más de 1,000 migrantes centroamericanos–-Hermanos en el Camino está listo a recibir a las personas migrantes que llegan a sus puertas. Algunas veces, más de 100 personas entran al albergue minutos después de que el tren llega. Mujeres y menores van directamente al frente de la fila de registro. Siempre son la minoría, pero sus números constantemente aumentan. Esto no es la excepción, sino la nueva realidad de los migrantes centroamericanos hacia los Estados Unidos.

“Impactante” los Menores Que Viajan Solos
Contra de la imagen clásica de jóvenes inmigrando para trabajar, mujeres y niños ahora han ampliado los números de la migración centroamericana, sin embargo son ignorados por los sistemas de inmigración Mexicano y en los E.U. En los primeros meses de este año, Hermanos en el Camino han suministrado ayuda directa a 2,020 migrantes. Entre estos fueron 183 mujeres, o sea el 9 por ciento de huéspedes, y 121 menores, otro 7 por ciento.

Mientras que es difícil calcular el total, los menores que viajan solos buscan cruzar hasta los EE.UU. El Departamento de Seguridad Nacional calcula que más de 60,000 podrán hacer el viaje hasta Estados Unidos en el 2014. De acuerdo al Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EU, el 95 por ciento provienen de Honduras, Guatemala y El Salvador. Las tribulaciones de cruzar la frontera de Estados Unidos–México son muy conocidas, sin embargo a ese punto menores inmigrando ya han pasado por obstáculos muy significantes. Más de 7,000 menores fueron detenidos y deportados de México en el 2013, casi doblando el número del total en el 2012.

Los albergues para migrantes como Hermanos en el Camino están al frente para apoyar a los jóvenes migrantes en su cruce por México. El albergue fue fundado en febrero del 2007, y su fundador el padre Alejandro Solalinde ha recibido reconocimiento internacional por su trabajo de protección a migrantes en México. Hablando en marzo del 2014 en Ixtepec dijo que en el 2007, “Por cada 1,000 migrantes, veíamos a un niño.” Ahora el número de niños que pasa por el albergue es “impactante.”

Un refugio del peligro
Ixtepec, Oaxaca, es una de las dos rutas principales para los centroamericanos que pasan por México. Cruzando hasta México a Ciudad Hidalgo, Chiapas, cerca de la ciudad de Tapachula, los migrantes abordan autobuses o caminan a Arriaga. En Arriaga, montan “La Bestia”, un tren carguero llamado así por la brutalidad que los y las migrantes encuentran en su ruta.

Después de subir a La Bestia, se arriesgan a las extorciones, robos, asaltos violentos, violaciones, heridas o muertes por accidentes. En su jornada hacia el norte cada tercer día, La Bestia carga con cientos de migrantes. El tren cubre los 160 kilómetros entre Arriaga e Ixtepec en entre 12 a 14 horas, aunque algunas veces la jornada dura más. Los migrantes que se bajan en Ixtepec ya sea que duermen en la calle, o son dirigidos a un hotel o a casas por los polleros o coyotes, o vienen al albergue. Continuando hacia el norte de Ixtepec, el tren entra a la costa del estado de Veracruz.

El peligro que los migrantes encuentran a su paso por México incluye extorción, tanto por pandillas criminales como por las autoridades federales o estatales. En un reporte sobre derechos humanos de las Naciones Unidas, cerca de un cuarto de los migrantes entrevistados dijeron que la policía federal en los puestos de control y las paradas de autobuses los extorsionan.

Médicos Sin Fronteras (Doctors without Borders) estima que de cada 10, 5 a 7 mujeres son violadas o atacadas. Los Cárteles y las pandillas con regularidad secuestran a los migrantes para exigir rescate a los familiares en Estados Unidos o en su país de origen. En febrero 27 del 2014, 61 migrantes, la mayoría de Centroamérica, fueron detenidos en una casa en Reynosa cerca de la frontera EU-México. Los secuestradores demandaron miles de dólares por dejar libre a las personas. La mayoría desapareció sin rastro alguno. En Centroamérica las organizaciones de la sociedad civil han estado documentado las miles de desapariciones. La vasta mayoría de estos crímenes no han sido resueltos o recibido castigos.

Los albergues para migrantes a lo largo de las rutas de México son un breve refugio en un viaje lleno de peligros. El albergue Hermanos en el Camino provee comida, techo y servicios de comunicación a todos los huéspedes. Porque los recursos son limitados, el albergue solo puede asistir los casos con mayor necesidad, mayormente a los menores que viajan solos y familias. El Padre Solalinde dice que los y las menores tienen mayor probabilidad de recibir estatus de refugiado o solicitar asilo, sin embargo pocos desean quedarse en el albergue, lejos de su familia y amigos, y deciden no hacer los trámites por lo largo del proceso.

Mas Niños Migrantes Huyen Para Salvarse
Los políticos en los Estados Unidos y los medios caracterizan la migración Latinoamericana únicamente como un hecho económico y no ven las complejas situaciones que conlleva a que las personas dejen su país. La pobreza y el desempleo han sido los constantes, empujando los altos niveles de inmigración desde los 1990, sin embargo en años recientes la violencia han empeorado la crisis.

La migración de los menores que viajan solos refleja la inestabilidad política y económica en sus países de origen y las políticas regresivas sobre inmigración de los Estados Unidos y México. La intervención de EU en Centroamérica a través del dominio económico y militar puede que hayan obstaculizado la estabilización política y económica. El Tratado de Libre Comercio de Centroamérica, firmado en el 2003, ha exportado ajustes de pólizas estructurales neoliberales a la región. Al igual que sus parientes NAFTA, CAFTA ha abierto las puertas a inversiones extranjeras y ha dejado poco remuneración para los centroamericanos.

Las guerras civiles de los 1980 en El Salvador y Guatemala han dejado una población polarizada y con legados de violencia. El Salvador ha hecho esfuerzos significantes hacia la democratización de su sistema político, sin embargo la polarización política obstruye los esfuerzos para abordar la violencia pandilleril. Las pandillas han acechado los sistemas políticos vulnerables para plantar raíces profundas. Originalmente de los barrios del Sur de California, las pandillas o “maras” Mara Salvatrucha 13 (MS-13) y Calle 18 (M18) han extendido su alcance a El Salvador cuando sus miembros fueron deportados. Cuando Honduras sufrió el golpe de estado en el 2009 y las elecciones de noviembre del 2013 que regresó al partido gobernante al poder se vio la propagación del fraude electoral. Honduras se encuentra entre los países más violentos del mundo, con 80 homicidios por cada 100,000 residentes anualmente.

Hoy, estos tres países centroamericanos luchan para combatir la expansión de los cárteles de la droga y las pandillas que controlan muchas comunidades locales a través del “impuesto de guerra” y las extorsiones. Los jóvenes son cautivos de las redes de las pandillas y muchos son señalados si no se unen a sus filas. El Padre Solalinde dice, “los niños se van porque no tienen otro futuro que unirse a los maras. Se van para salvarse.”

Huyendo de la violencia se encuentra más violencia
Franklin (nombre ficticio), de 18 años, llegó al albergue hace un año a la edad de 17, huyendo de El Salvador. Él es de la municipalidad de Mejicanos cerca de San Salvador y ha sido señalado por los maras. “Cuando dejé mi país sentí horrible porque no quería dejarlo. Pero no podía hacer nada. Extraño a mi familia terriblemente.”

Aparte de los factores económicos y la violencia, muchos jóvenes migran para reunirse con miembros de su familia que ya se encuentran en los Estados Unidos. Las pólizas actuales de inmigración no proveen opciones para la vasta mayoría de padres migrantes para iniciar la reunificación con sus familiares. Los menores son forzados a la riesgosa jornada sin asegurar la reunificación. Otros menores huyen de situaciones de abuso por parte de familiares.

Reportes del Centro de Estudios de Género y Refugiados, y la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ambos refutan la falsa creencia – perpetuada por los medios en los EU – que los jóvenes migran porque creen que van a recibir amnistía bajo la reforma migratoria. En un estudio hecho por los Obispos Católicos al sur de México y Centroamérica, ninguno de los niños con los que hablaron lo citaron como el “factor de empuje.” En los dos meses de trabajo en el albergue, este autor no escuchó a una sola persona hacer referencia a la posible reforma migratoria como motor de la migración.

Los Menores Centro Americanos Viajando a Través de México
La lucha de los niños cruzando México alcanzó los titulares en México en marzo 11 cuando Joselin Nohemi Álvarez Quillay, de 12 años, fue encontrada muerta. Aparentemente, la jóven se ahorcó en el baño de un albergue estatal para niños en Ciudad Juárez. La niña ecuatoriana en camino iba a reunirse con sus padres migrantes sin documentos viviendo en Nueva York, cuando fue aprendida junto con su pollero, y puesta en custodia del DIF (Desarrollo Integral de la Familia). Su cuerpo fue repatriado al Ecuador – aun en la muerte no se reunirá con sus padres.

El Padre Solalinde ha descrito la política migratoria de México como “servil” a los intereses de los EU, haciendo valer la seguridad nacional de EU con indiferencia a los derechos humanos de los migrantes. México y la frontera son las últimas barreras para llegar a los Estados Unidos. El Instituto Nacional de Migración de México calcula que dentro de los migrantes centroamericanos, 50-55 por ciento están detenidos en México, 25-30 por ciento en la frontera EU – México por los agentes de la Patrulla Fronteriza, y sólo 15-20 llega a su destino en los Estados Unidos. La situación legal de las deportaciones y las condiciones en que vive los y las migrantes se encuentra bajo el manto de la oscuridad de la burocracia secreta.

El número de niños detenidos en México aumenta drásticamente. Por lo general, las deportaciones se mantienen constantes. Los menores ahora constituyen de 1 a 10 de todos los deportados de México. El INIM reporta que en el 2013 se mandaron de regreso a sus países 64,000 personas después de haber sido detenidos en México, el 93 por ciento son de los tres países con mayor desplazamiento en Centroamérica. Este total es solo un incremento marginal del 2013. Sin embargo, el número de menores detenidos brincó al 48 por ciento en este mismo periodo de 4,749 a 7,031. Cerca de un cuarto de estos fueron menores y mujeres.

Para los menores el riesgo de cruzar México va en aumento. Un reporte de la Universidad Nacional de Lanús y el Centro de Derechos Humanos Fraile Matías de Córdova encontró que con frecuencia no se cumplen las leyes cuando se trata de menores detenidos por Migración en México. Deben de mandarse primero a las agencias estatales del DIF y solo colocados en áreas de detención especialmente designadas para menores. Sin embargo, ellos generalmente se quedan en el sistema del INIM con la población adulta a través del proceso de detención y deportación. Este reporte critica que la política sobre migración, una política de facto de deportación, tiene prioridad sobre los mecanismos de protección de los menores a cada paso. Los menores fueron encontrados detenidos en los centros de detención hasta por seis meses antes de su deportación.

Muchachas y niñas están vulnerablemente expuestas al trafico sexual. Algunas jóvenes cuando llegan a México, pensando que van a trabajar en el servicio doméstico u otros trabajos, se encuentran dentro del sistema de tráfico sexual y laboral. Criminalizadas estas muchachas migrantes en México, difícilmente buscan ayuda y seguido son deportadas a sus países de origen de donde a menudo huyeron de la violencia de situaciones abusivas familiares.

Menores llegan a los Estados Unidos
Logrando la trayectoria por todo México y llegando a la frontera EU – México no es el fin de la lucha de jóvenes que viajan solos. El número de niños que cruzan la frontera EU – México en total se puede aproximar por el número de arrestos en la frontera EU – México. Entre el año fiscal 2004 – 2011 (octubre a septiembre) el promedio de niños que fueron aprendidos en la frontera fue 6,800. En el 2013, ese número brinco a 13,000, a 24,000 los niños que fueron aprendidos.

Menores que viajan solos detenidos en los Estados Unidos legalmente tienen derecho a estar en un marco lo menos restrictivo de acuerdo a la edad para asegurar su protección y bienestar. También tienen derecho a ser liberados sin innecesaria espera, generalmente a sus padres, custodio legal y un familiar adulto. Sin embargo un reporte del National Immigrant Justice Center de Heartland Alliance encontró que ambas condiciones generalmente son violadas. De reportes del Departamento de Servicios Humanos (DHS) el 12 por ciento de los centros de detención, el reporte encontró que entre el 2008 y el 2012, 1,366 niños inmigrantes fueron detenidos por lo menos tres días en centros de detención para adultos o prisiones.

El Instituto Vera por la Justicia en el 2012 encontró que el 40% de menores que viajan solos eran elegibles para estatus legal, incluyendo asilo o estatus especial de inmigrante juvenil, para evitar la deportación. Sin embargo la mayoría de los que llegan a los Estados Unidos no tienen la oportunidad de estas opciones.

Para los que entran sin papeles y no solicitan estatus de refugiado o asilado, pasan a formar las filas de los 11 millones de migrantes indocumentados en los Estados Unidos. Los migrantes que pasan por Ixtepec seguido mantienen comunicación con los voluntarios ahí, que después les cuentan sus historias de logros, cuando llegan a su destino, o la desilusión de ser deportados y de regreso a sus países de origen.

Respondiendo a las Necesidades de los Menores Migrantes

Como el estado falla en proteger los derechos humanos de los migrantes en tránsito, los albergues tales como los Hermanos en el Camino batallan para asistir a las necesidades de los que pasan por sus puertas. Más familias llegan al albergue, seguido con niños. Las instalaciones construidas en los últimos siete años para alojar mayormente a la población de hombres adultos no son suficientes para apoyar familias y niños. Existen planes para construir dormitorios separados para los niños, que actualmente tienen que quedarse ya sea en los dormitorios de los hombres o las mujeres. Por mientras, el personal y los voluntarios hacen lo que pueden. Practican la lectura con los pequeños en el albergue, escuchan las historias de los adolescentes que van de paso.

Algunos migrantes se quedan en el Hermanos en el Camino por varios meses necesarios para recibir estatus legal en México. En algunos casos, los menores que al final se reúnen con un padre en los Estados Unidos o que han huido de sus países debido a la violencia han tomado esta ruta en lugar de cruzar sin documentos a los Estados Unidos.

Mientras que las soluciones deben buscarse en sus países de origen, existen acciones inmediatas que pueden mejorar la aplicación de las leyes de migración mexicanas y de los EU. Los informes del Comité de los Obispos Sobre Migración, el CGRS y el Kids in Need of Defense (KIND) hacen varias recomendaciones para mejorar las condiciones de los menores migrantes de Centroamérica. Principalmente entre ellos es reformando el proceso de los menores que viajan solos que son detenidos, y priorizar el mejor interés del menor por encima de medidas punitivas.

Franklin recientemente recibió la residencia permanente de México en bases humanitarias, con el apoyo de Hermanos en el Camino. Dejó el albergue para vivir y trabajar en la Ciudad de México. Dice, “Ahora que ya tengo mis papeles, me siento seguro de viajar en México y puedo encarar la situación como yo quiera.”

Los que abogan en los Estados Unidos y en México están usando muchas tácticas para empujar por la reforma migratoria. Las necesidades de jóvenes y familias que migran deben de ser entendidas y con prioridad para proveer soluciones completas.

A lo largo, para cambiar las leyes, los albergues tales como Hermanos en el Camino están en primera fila de apoyo para responder a las necesidades urgentes de los migrantes en tránsito por México.

Martha Pskowski es una escritora e investigadora con base en la Ciudad de México, originalmente del área de Washington, D.C. Martha con un Bachillerato del Hampshire College y trabajo de antropología y geografía. Sus investigaciones se enfocan en la política ambiental global y el impacto en las comunidades indígenas migrantes de Centro América en México. Es miembro del equipo del CIP Programa de las América.

Fotos: Daniel J. Ojalvo

Para mas informacion:
Arizona Border Crosser Death Rate at Record High, Laura Carlsen, Americas Program, August 8, 2013.

Report Dubs Mexico “A Graveyard for Migrants”, Dawn Paley, Americas Program, June 4, 2013

Migrant Deaths and the New Disappeared on the South Texas Border, Christine Kovic, June 21, 2013.

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