La fotografía de Óscar Martínez y su pequeña hija, Angie Valeria, boca abajo en el lodo a la orilla del Río Bravo ha dado la vuelta al mundo. Los salvadoreños murieron arrastrados por la corriente en su intento de cruzar de México a Estados Unidos. Su madre en El Salvador dijo que el sueño de su hijo era tener casa para su joven familia.
