Temer, el presidente que no tiene nada que perder

temer-agc3aancia-brasil.jpg_1718483346Sin votos, Michel Temer llegó a la presidencia del Brasil. Se va a quedar, al menos, hasta que se resuelva el juicio político contra Dilma Rousseff, en un período máximo de 180 días. Si en ese lapso el senado mantiene las mayorìas alcanzadas el pasado 12 de abril (se necesitan dos tercios) la destitución se volvería definitiva y Temer -que tiene una intención de voto del 2 por ciento- gobernaría hasta el último día de 2018. Así llega por tercera vez a la presidencia el PMDB, aunque nunca haya ganado elecciones directas ni presente candidato propio desde elecciones de 1994.

Pero Temer no está improvisando. Temer tiene un plan y se llama “Uma ponte para o futuro”. En el documento, que nació en octubre del año pasado, se detallan las características de un eventual gobierno del PMDB. “La solución será muy dura para el conjunto de la población, contará con medidas de emergencia pero principalmente medidas estructurales”, escribieron en las 19 páginas que explicitan la palabra ajuste y abren las puertas de par en par a futuras privatizaciones. Efectivamente, el primer fin de semana de su gestión el diario O globo puso en tapa las intenciones de su gobierno de privatizar el Correo, la casa de la moneda y sectores energéticos estratégicos.

Además de un programa, Temer tiene aliados: cuenta con parte del fragmentado congreso, los medios de comunicación, las grandes federaciones económicas y algunos amigos por el mundo. La designación de José Serra como ministro de Relaciones Exteriores es una buena pista.

El senador -ex gobernador de San Pablo y dos veces candidato presidencial por el PSDB contra Lula (2002) y contra Dilma (2010)- declaró recientemente que quiere “desideologizar” las relaciones internacionales del Brasil.  “Uno de los principales focos de nuestra acción diplomática en el corto plazo será la sociedad con la Argentina, con la que pasamos a compartir referencias semejantes para la reorganización de la política y de la economía”, dijo Serra a poco de asumir. El flamante ministro destacó la “responsabilidad ante el medio ambiente” y el fortalecimiento de los negocios con la Unión Europea, Estados Unidos y Japón.

Las probables privatizaciones en el sector energético ya anunciadas muestran las intenciones de abrir al capital internacional áreas que supieron ser símbolos del país como Petrobras, empresa mixta en la que el Estado hoy tiene una participación vital. Los descubrimientos en 2010 de los yacimientos en aguas profundas llamados Presal modificaban el rol geopolítico de Brasil. De país importador, el país iba a transformarse en exportador de hidrocarburos. Las reservas se estiman en 35 mil millones de barriles. Según el Instituto Lula, “en lugar de entregar la mayor parte de esa riqueza del pueblo brasileño a empresas extranjeras, como en el pasado, los gobiernos del PT optaron por el modelo de partición, asegurando la mayor parte de las ganancias al Estado brasileño y subordinando la explotación del Presal al proyecto de desarrollo industrial y tecnológico del país, dinamizando varias cadenas productivas”. El hoy canciller cuando era senador presentó el proyecto de ley que proponía abrir el Presal e incorporar así empresas extranjeras a la exploración de petróleo.

El lunes, Serra viajará a la Argentina y lo recibirá la canciller Susana Malcorra. En lenguaje diplomático, el país gobernado por Mauricio Macri fue un respaldo fundamental para Temer. Con un anodino mensaje publicado en el sitio web de la cancillería argentina, Buenos Aires aprobó el golpe. Aseguraron que respetan “el proceso institucional que se está desarrollando” y que seguirán dialogando con las autoridades constituidas. Mientras tanto, el ministro argentino de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay aseguró que su país debe “aprovechar la oportunidad, para intercambiar ofertas entre Mercosur y la Unión Europea”. Y fue más allá: “Si logramos ese acuerdo va a tener sentido discutir un acuerdo entre Mercosur y Alianza del Pacífico”. El TLC con la Unión Europea y eventualmente con los EEUU parecen estar más cerca que nunca para el Mercosur.

Pero Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y El Salvador no reconocen al gobierno de Temer. La suspendida Dilma escribió en las redes sociales: “Agradecida por la solidaridad que estamos recibiendo del mundo entero, nos sentimos más fortalecidos en nuestra disposición de resistir al golpe que se pretende consumar con nuestra democracia”.

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Una de las primeras decisiones que tomó Temer fue la de disminuir la cantidad de ministerios: de 32 pasaron a ser 22. Las reducciones no fueron al azar y tocaron en tres puntos clave: eliminó el Ministerio de Mujeres e Igualdad Racial -fue absorbido por el de Justicia-, el de Cultura -lo fusionó con Educación- y el de Desarrollo Social -lo juntó con desarrollo agrario-.

Screen Shot 2016-05-23 at 9.16.40 AMLa medida del Ministerio de Cultura causó protestas en al menos cuatro distritos y fueron varias las personalidades de la cultura  que lo repudiaron públicamente. Para el cantante Caetano Veloso  “es retrógrado”, el actor Wagner Moura se preguntó cómo puede ser que la cultura perjudique al país y escribió que “lo peor está por venir”. En plena alfombra roja de Cannes el cineasta Kleber Mendonça Filho y los actores de la película Aquarius se convirtieron tapa de diarios internacionales al sacar carteles denunciando el golpe en Brasil. El funcionario que quedó a cargo de Educación es José Mendonça Filho, un hombre que brega por eliminar el cupo de afrodescendientes que rige en la educación pública y privada.

De los ministerios que quedaron, el PMDB tiene la misma cantidad que tenían durante el gobierno del PT, pero con mayor peso relativo. Para Jefe de Gabinete, Temer eligió a Eliseu Padilha (ex ministro de Aviación Civil de Dilma). Para Agricultura Blairo Maggi, un hombre que se afilió al Partido Progresista sólo para asumir y que había sido gobernador de Mato Grosso. Lo llaman “el rey de la soja” y su familia tiene una multinacional de alimentos.

A Justicia, va el ex secretario de Seguridad del estado de San Pablo, Alexandre de Morais, lo cual es un indudable gesto a otro hombre fuerte del PSDB, el gobernador Geraldo Alckmin. El ex jefe de diputados del PMDB -Leonardo Picciani- será el ministro de deportes, a sólo meses de que comiencen los Juegos Olímpicos de Río. El administrador de empresas Geddel Vieira Lima (PMDB) -investigado por la causa Petrobras- es ministro jefe de la Secretaría de Gobierno y mano derecha del presidente. Al ministerio de Hacienda llegó Henrique Meirelles, ex presidente del Banco Central que planea un ajuste y que fue el ortodoxo presidente del Banco Central durante los dos gobiernos de Lula.

Brasil no tenía un gabinete sin mujeres ni negros desde el gobierno de facto de Ernesto Geisel, en los setenta.

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Durante el mundial de Suecia de 1958, nació una leyenda brasilera. Surgió del diálogo entre el entrenador Vicente Feola y el jugador estrella Garrincha antes del partido contra Rusia.

– Garrincha, es así, vos agarrás la pelota, tirás al primer jugador. Cuando llega el segundo, lo mismo. Ahí, vas hasta la línea de fondo, cruza la pelota el centro del área para que él marque el gol.

– Todo bien, pero ¿eso ya lo arreglaste con los rusos?

Temer, el hombre de 75 años que preside el PMDB y que fue vice de Dilma tiene un plan caro. La pregunta es… ¿ya lo arregló con los diputados y senadores? Ellos sí deberán someterse al voto popular ahora en las municipales de octubre y luego en las generales de 2018. La repartición de cargos entre los diferentes partidos para los ministerios fue todo un gesto para mostrar cierta cohesión de la muy fragmentada (existen 35 partidos) clase política.

En marzo de 2015 el hoy presidente posteó en twitter “El impeachment es impensable, generaría una crisis institucional”. Un año más tarde, lo encuentra reunido con furiosos ex-opositores para armar un gobierno de transición.

Temer sabe que su imagen pública es pobre. Según una encuesta de Datafolha de antes de la votación en el senado, el 60 por ciento de la población quería su renuncia. En “Uma ponte para o futuro” se reconoce que lo que viene va a ser difícil. Pero Temer sabe que cuenta con el apoyo de la Federación de las Industrias del Estado de San Pablo (FIESP) -cuyo presidente ya no tiene industrias y pertenece también al PMDB- y de los medios de comunicación que jugaron fuerte en contra de Dilma. En paralelo, además de que él asegura que no es su intención presentarse a elecciones, fue recientemente condenado por haber quebrado reglas de financiamiento electoral, hecho que lo inhibiría de presentarse a elecciones en los próximos ocho años. Por todo esto, los que lo apoyan están convencidos de que es el muchacho ideal – es decir, el que menos costos pagaría – para llevar adelante el ajuste en el Brasil.

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