Hugo Blanco sobre la minería en Perú y las sinergias sociales indígeno-urbanas

DSC_0010_2Hugo Blanco Galdos es un dirigente quechua peruano de movimientos campesinos indígenas. Fue encarcelado por su rol clave en una rebelión quechua para reclamar sus derechos y territorios.  En la cárcel, escribió el libro “Tierra o Muerte: la Lucha Campesina en Perú”.  Fue exiliado en Chile, Argentina, Suecia y después México. En agosto de este año participó en la Escuela Zapatista y el Congreso Nacional Indígena en México. Actualmente es director del periódico “Lucha Indígena”, que critica, entre otras cosas, la inversión minera en diversas regiones de Perú. Enseguida su entrevista con El Programa de las Américas

¿Por qué sigues en la lucha, a pesar del alto precio de tu ardua y larga resistencia? 

…ahora sigo con más empeño que antes, porque antes luchaba por una sociedad más justa. Pero ahora… la supervivencia de mi especie está en peligro. La naturaleza no va a morir, porque una vez que se deshaga de esta especie depredadora, se reconstruiría en otra forma, pero se reconstruiría. Pero mi especie sí, junto a muchas otras especies que ya han desaparecido, animales y vegetales… Con este fuerte ataque que hay a la naturaleza que es cada vez peor, porque de acá en adelante la técnica y la ciencia sirven para atacar más a la naturaleza. 

El sistema es lo que tenemos que matar… que hace que gobiernen las grandes empresas trasnacionales, y tenemos que crear uno donde toda la humanidad sea la que se gobierne a sí misma. Y eso no es algo utópico porque los del 15M de España y Occupy Wall Street decían “no, acá no tenemos líderes; acá dirigimos todos.”  

Las fábricas ocupadas de Argentina no son como acá la empresa Pascual que fue tomada por sus trabajadores– sus trabajadores se han convertido en patrones de otros trabajadores… Allá como la fábrica está en manos de sus trabajadores, progresa y se amplia. Y si esa ampliación necesita más obreros, toman nuevos obreros, pero los nuevos obreros que toman entran con los mismos derechos que los fundadores… es horizontal.  

… los indígenas tienen que hablar… esa nueva sociedad ya estamos comenzando a construirla. Por eso es que tiene toda la razón cuando el Subcomandante Marcos dice: No se trata de tomar el poder, se trata de construirlo. Cuando uno va a las comunidades zapatistas, como hemos hecho los de La Escuelita, ve que se está construyendo… [igual que] en otros países. 

Las comunidades indígenas están fortaleciendo su comunidad ante el ataque al medio ambiente. Saben que su herramienta de lucha es la comunidad… En el Perú… está renaciendo el orgullo indígena. 

¿Por qué estás ahora más enfocado en la minería? 

El mayor ataque que hay contra el campesinado ahora en el Perú es la minería a cielo abierto. La antigua minería en época de los Incas era que había veta, entonces los Incas o los Aztecas sacaban el oro, lo calentaban y lo fundían, y eso no hacía daño a nadie. Los españoles vinieron y comenzaron a meter mercurio, y eso envenena. 

La minería a cielo abierto tiene que explosionar cuatro toneladas de roca para sacar un gramo de oro… Usa mucha agua que envenena y usa sustancias químicas nocivas… Por ejemplo, el caso de Conga, es el caso emblemático.           

Dicen, “sí, vamos a afectar 4 lagunas. De debajo de 2 de ellas vamos a sacar oro y a las otras 2 las vamos a usar para botar nuestros desperdicios químicos.” Pero en realidad no son solamente 4 lagunas, porque si hay una laguna a esa altura, y junto a eso o cerca de eso hay un gran socavón, por supuesto el agua de la laguna se va al socavón. O sea, van a afectar a todas las lagunas y van a afectar a docenas de miles.  

La empresa [Yanacocha] y el gobierno dicen, “van a hacer  estanques que van a depositar el agua de lluvia, mucha más agua que la que ahora tienen los campesinos.” Ya hay un estanque que hizo la empresa Yanacocha… pero no tiene ni una gota de agua… Además, por más de que sea cierto que los estanques que hacen van a acumular más agua, no van a ir por cañerías a los 600 manantiales que hay en los cinco valles. Por eso ese pueblo está luchando, ya tienen cinco muertos y ellos dicen, “preferimos morir de un balazo que morir sin agua.” 

Han habido algunos triunfos contra la minería en el Perú. Tambogrande, Ayabaca, Huancabamba, después en Puno, después en Cocachacra… Pero ahora está la gran batalla por Conga. Me dicen que para este mes, el 29 van a haber acciones en el país de solidaridad con los compañeros de Cajamarca. 

Se hacen reuniones en cada uno de los barrios dónde habla gente técnica, enseñando como es la cosa… el presidente regional… sacó un decreto de que estaba prohibido hacer minería en cabecera de cuenca, y [se] le ha dicho “no, que es ilegal que lo ordene, que eso solo puede ordenarlo el ejecutivo” Y no ha llamado pues al referendo, pero esas empresas privadas han hecho referendo y han encontrado que la mayor parte de la población de la capital, que es la menos afectada, está contra el proyecto Conga y ese porcentaje de rechazo al proyecto minero es mayor en el campo que en la ciudad. 

Es la principal lucha, la lucha contra la minería a cielo abierto, pero no es la única forma de depredación, también el campesinado peruano está afectado por la agroindustria. Siembra la misma variedad año tras año y mata el suelo. No hace rotación de cultivo, ni cultivos asociados como hace el campesinado pobre. Usa gran cantidad de agroquímicos transgénicos… pero no le importa. No es como el pequeño campesino, que [desde] sus abuelos han vivido de esa tierra, y en esa tierra tienen que vivir sus nietos y por eso cuidan la tierra. Además ellos dicen que usan la última técnica de la ciencia… para la agricultura, no como los indios que usan la técnica incaica.  

En Perú está prohibido el uso de semillas transgénicas por diez años. Sin embargo, consumimos transgénicos… al comer pollo… alimentado con maíz transgénico Monsanto importado de Estados Unidos. Al freír cualquier cosa estamos consumiendo transgénicos, porque el aceite también se hace de maíz transgénico.  

La agroexportación favorece a compañías extranjeras, y perjudican al obrero agrícola con una legislación mucho más permisiva para el capitalista… la agroindustria también es enemiga de la naturaleza… porque usa insecticida, fertilizante y herbicidas químicos. Todo eso mata el suelo… en diez años y después se va a cualquier otro continente a seguir matando el suelo.            

Otro enemigo… es la extracción del petróleo… envenenan ríos, y los nativos se alimentan de la pesca. Otro, son las represas… [que] desalojan una gran cantidad de campesinos. 

Últimamente ha comenzado a haber movimiento urbano. Porque ha salido una ley que quita la estabilidad laboral de los trabajadores del estado… entonces por primera vez en Lima hemos visto manifestaciones grandes con cartelones que decían, “Ollanta traidor.” [Anteriormente se pensaba] “los indios que no quieren progreso, pues están contra la minería, están contra el progreso.” Otra ley que dice que las universidades tienen que estar sometidas al mandato del ejecutivo. Entonces también los universitarios se levantan. Los médicos también. Me parece que estamos entrando a una nueva etapa.  

Has escrito que el camino que tenemos que tomar ahora es totalmente distinto. ¿Puedes hablar un poco sobre eso?

… Engels dice, “¿Qué sociedad es esa, dónde no había ningún aparato judicial [pero si] había justicia… dónde no había ni una ley para atender a los ancianos pero los ancianos [si] eran atendidos?… todo esto se deformó con la civilización”… Esa ha sido la ética original de toda la humanidad; y por eso ahora encontramos los pueblos, llamados “salvajes” o llamados “indígenas,” en todos los continentes.  

Acá… no somos los indígenas latinoamericanos solamente, sino en Canadá los ecologistas miran con mucho respeto al movimiento No Más Pasividad (Idle No More), encabezado fundamentalmente por indígenas… gente… que se ha levantado en defensa de la naturaleza. En Estados Unidos están participando dirigentes indígenas en el movimiento contra la canalización de las arenas bituminosas de Canadá… y contra el fracking. En Panamá, varias veces bloquearon la Vía Panamericana los indígenas.  Los indígenas de Colombia también son muy combativos a pesar de que están acosados por los guerreristas.

¿Cuál es el nuevo camino que ofrece la perspectiva indígena? 

Eso que dicen los Zapatistas–no se trata de tomar el poder, sino de construirlo. Yo creo que ya estamos construyendo el nuevo poder, y no hablo solamente de los indígenas. Los indígenas, por supuesto con el fortalecimiento  y enlace de sus comunidades… con su defensa en la lucha por el medio ambiente, están cada vez fortaleciendo más su comunidad, como arma de lucha. Están retomando su ética indígena. Pero también… hay otra parte urbana de la sociedad que está ingresando.  

Yo reivindico… las organizaciones que en Europa luchan por el comercio justo, que llevan de acá de las comunidades zapatistas, por ejemplo, café, para venderlo allá, todo eso. En Grecia un grupo de jóvenes se organizó, fue a hablar con los productores de papa y consiguieron gente que compraran las papas, y ellos lo tenían muy bien organizado, vendieron la papa del productor al consumidor. En Cataluña también hay un lazo entre las cooperativas de productores orgánicos, con consumidores de productos orgánicos. Yo creo que todo eso es construcción de poder. 

¿Nos puede decir algo más sobre estas nuevas formas de poder? 

El egoísmo no es algo humano, es algo del sistema… por ejemplo, un nativo amazónico cuando caza un animal grande no come él sólo.  Llama a los vecinos y comen todos. En África un antropólogo puso dulces  en un árbol y les dijo a los niños, “el que llegue primero se come todos.” Los niños se tomaron de la mano, corrieron todos y todos comieron… dijeron “si alguno de nosotros se queda sin dulces, ¡todos sufrimos!” Eso es lo verdaderamente humano.  

Si es que va a haber un futuro para la humanidad, va a ser un retorno a lo que era nuestra ética original… no a la vida. La civilización tiene sus ventajas, pero cuando el mundo esté en manos del conjunto de la humanidad, los técnicos y los científicos… estarán al servicio de esta humanidad… ellos nos dirán qué cosas podemos seguir usando y qué cosas no. Eso es el retorno a la ética primitiva.

Jonathan Treat, periodista, profesor, activista y miembro fundador de SURCO A.C., organización que realiza actividades educativas relacionadas con los derechos de los indígenas. Contribuye de manera frecuente al Programa de las Américas www.americas.org
Foto
: Jonathan Treat

Edición: Laura Carlsen/Victor D. Cruz Aceves

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