El saqueo del Río San Luis empezó desde que los españoles llegaron a este lugar. En un principio recogían pepitas de oro arrastradas por el agua, pero con el uso de nuevas tecnologías dejaron la minería artesanal y empezaron con la ganadería. En los últimos años, empresarios materialistas se han dado su agosto extrayendo material pétreo, sin permiso alguno por parte de las autoridades locales.
