La gripe porcina revela deficiencias en el sistema de salud pública mundial

El gobernador del estado mexicano de Veracruz ha hecho un llamado para una investigación idependiente sobre las operaciones de las Granjas Carroll, la empresa ganadera de la cual Smithfield Foods y AHMSA de México son copropietarios. Las instalaciones masivas de cría animal industrial se encuentran cerca del pueblo en donde se confirmó el primer caso del brote de gripe porcina en un niño de ocho años de edad, Edgar Hernández.

La epidemia demuestra las deficiencias del sistema de salud en México. Foto: www.lajornada.unam.mx.

"Debería haber una autoridad independiente para tener garantías adicionales de que no hay vínculo alguno entre lo que sucedió y lo que al principio se trató de un vínculo con la gripe porcina", el gobernador Fidel Herrera le dijo a reporteros de Al Jazeera.

El anuncio del gobernador surge tras a una larga serie de negaciones y encubrimientos con respecto al papel de esta granja porcina en el brote del virus A/H1N1 en México. Un brote de enfermedad respiratoria inusual se inició en las comunidades alrededor de la granja a principios de marzo, con algunas indicaciones que se remontan a enero. Las autoridades sanitarias locales atribuyen el brote de lo que se está llamando "infección respiratoria aguda" a las lagunas a cielo abierto de estiércol y desechos biológicos que rodean las granjas.

El 5 de abril, las autoridades sanitarias locales declararon un cordón sanitario en la zona, pero no se llevaron a cabo pruebas para determinar un diagnóstico preciso de la extraña enfermedad. Mientras tanto, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés) determinó el 17 de abril que dos muestras de pacientes en California constaban en un nuevo virus H1N1, y el 21 de abril el CDC emitió un envío temprano de su Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad advirtiendo que se había descubierto un nuevo virus. Los casos de San Diego entonces fueron vinculados a los casos sospechosos surgiendo en México y salió la alerta de una posible pandemia.

Las medidas de emergencia no se declararon en México hasta el 23 de abril. El 25 de abril, el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de una Emergencia de Salud Pública de interés internacional.

En el momento de escribir estas líneas los Estados Unidos reporta 1.639 casos confirmados y dos muertes. Los casos internationales de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud suman a 2.500. El 7 de mayo, el Secretario de Salud de México confirmó 1.364 casos y 45 muertes.

Sistema lento en responder para proteger la salud pública

Tres señales de alerta que indican la existencia de un nuevo virus fueron desatendidas en México: 1) un brote de gripe atípico fuera de la temporada de gripe normal, 2) las víctimas de edad media – 35 de las muertes fueron de personas entre las edades de 20 y 39 años – en lugar de las concentraciones entre los muy ancianos y los muy jóvenes, y, 3) la proximidad de los brotes a la granja porcina.

La respuesta retrasada a nivel nacional e internacional de apenas unos pocos días, significó la diferencia entre la epidemia y la " pandemia inminente" según varios expertos.

De acuerdo a un artículo del 1 de mayo en Science:

"Tanto el CDC como la OMS han establecido claramente que los planes cuidadosos elaborados durante los últimos 5 años para aplastar las pandemias en su origen no tienen papel alguno en estos momentos porque el virus ya está demasiado ampliamente dispersado. En trabajos publicados en el 2005 en Science y Nature, los científicos concluyeron que es posible detener una pandemia incipiente a nivel local con la utilización agresiva y centrada de antivirales y medidas tales como el cierre del transporte y las escuelas. La OMS había almacenado unos 5 millones cursos de tratamientos de oseltamivir que podrían haberse utilizado para ese fin.

Este situación podría haber funcionado en contra de la gripe porcina, dice Ira Longini (un epidemiólogo de la Universidad de Washington), si se hubiera intentado mucho antes. "Había 800 o 900 casos [sospechados] antes de que irrumpiera en el radar global; eso es mucho más allá de un brote que se puede contener".

Encontrar la respuesta a por qué hubo un retraso en el diagnóstico y la respuesta después de estas primeras señales de alerta debe ser un elemento importante de la agenda de seguimiento para el sistema de salud mexicano y los organismos internacionales.

Los factores incluyen: la falta de respuesta a los informes iniciales de Perote, posiblemente para proteger a la granja porcina de la mala publicidad; el hecho de que los socios norteamericanos de México en el marco del TLCAN no habían desarrollado la transferencia de tecnología y capacitación para permitirle al gobierno mexicano realizar pruebas y detectar brotes sospechosos que no caben dentro de los patrones conocidos; una inexplicable lentitud en la respuesta por parte del CDC; evidencia de esfuerzos para descartar casos errando en diagnósticos en instalaciones de salud locales y estatales en México (Oaxaca y Veracruz); y problemas de comunicación y coordinación dentro del sistema de salud descentralizado de México. Algunos informes de que los pobres sufrieron de discrimen y de que sus denuncias no fueron atendidas también deben pesar en la investigación.

Otro factor fue la falta de seguimiento y regulación de enfermedades porcinas, a pesar de que los científicos han sabido por décadas que las enfermedades de los cerdos y los humanos pueden y de hecho cruzan la barrera de las especies.

La defensa de la granja industrial

Los expertos han advertido por mucho tiempo que "la producción animal en granjas industriales" (IFAP por sus siglas en inglés) conlleva impactos potencialmente graves para la salud humana. Un estudio trágicamente profético realizado por la Comisión Pew sobre la Producción Animal en Granjas Industriales de 2008 concluye, "… una de las consecuencias no deseadas más serias de la producción animal industrial para la alimentación es la creciente amenaza para la salud pública de este tipo de instalaciones. Además de la contribución de IFAP a la amenaza mayor de la resistencia antimicrobiana, las instalaciones de IFAP pueden ser perjudiciales para los trabajadores, vecinos, e incluso para los que viven lejos de las instalaciones mediante la contaminación del aire y del agua, y a través de la propagación de la enfermedad.

"El estudio continúa (referencias en el original), "Los trabajadores y vecinos de las instalaciones de IFAP experimentan altos niveles de problemas respiratorios, incluyendo el asma. Además, los trabajadores pueden servir como una población puente, transmitiendo enfermedades de origen animal a una población más amplia. La falta de tratamiento apropiado de enormes cantidades de desechos puede resultar en la contaminación de las aguas cercanas con niveles nocivos de nutrientes y toxinas, así como bacterias, hongos y virus, todo lo cual puede afectar la salud de las personas cerca y lejos de las instalaciones de IFAP".

Según los residentes locales protestaron el hedor y señalaron a la granja porcina como la fuente de su enfermedad, parece que las autoridades de Veracruz se esforzaron marcadamente en desmentir sospechas de que las Granjas Carroll de Smithfield tuvieran algo que ver con las enfermedades inusuales que se estaban reportando. Aunque los funcionarios de salud rociaron el pueblo de La Gloria para matar enjambres de moscas provenientes de las lagunas cercanas a cielo abierto de estiércol, las explicaciones daban con todo excepto la granja porcina.

Las autoridades federales también negaron el vínculo con la granja porcina y un representante de las Granjas Carroll tildó al hecho de que el primer caso de gripe porcina fuera localizado a pocos kilómetros de la granja "una lamentable coincidencia". El 2 de mayo, la empresa celebró una rueda de prensa para pronunciar que su producto no presentaba riesgos a la salud, pero los portavoces se negaron a tomar siquiera una pregunta de la prensa.

Según se informa, las Granjas Carroll enviaron muestras de su rebaño para que les hiciesen pruebas en algún momento poco después del brote y tanto la empresa en sí como el gobierno mexicano absolvieron a los cerdos Smithfield de cualquier papel en la epidemia.

Luego llegó el anuncio de que un brote del mismo virus se había descubierto en un rebaño de cerdos en Alberta, Canadá.

La Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria reportó esta semana que cerca de 220 cerdos de un rebaño de 2.200 tienen el virus H1N1 del 2009. Esta es la primera vez en que la gripe ha sido oficialmente identificada en un rebaño de cerdos y despierta sospechas a un nivel más alto. Las autoridades canadienses, los portavoces de la industria y los medios de comunicación han circulado la versión de que los cerdos fueron contaminados por un trabajador en la granja que recientemente había regresado de México.

El trabajador agrícola regresó a Canadá de México el 12 de abril y tuvo contacto con los cerdos dos días más tarde. Los cerdos comenzaron a mostrar señales de la gripe el 24 de abril, dijo el funcionario veterinario más alto del país, el Dr. Brian Evans de la Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria en un reportaje de radio desde Ottawa. Se dice que los cerdos están en cuarentena, sin riesgo para la cadena alimentaria.

Sin embargo, al repasar los informes se aprecia que no hay evidencia científica citada que respalde la teoría de que el trabajador fue la fuente del brote en los cerdos, y no viceversa. Un artículo en The Star cita esta explicación enrevesada del Dr. Peter Ben Embarek, un científico de seguridad alimentaria de la OMS, "Esperábamos que en algún momento, ya que este virus tiene elementos del virus porcino, que posiblemente encontráramos el virus en los cerdos de la región donde el virus está circulando".

Las declaraciones de los funcionarios de salud canadienses tampoco lograron aclarar la confusión. Suponiendo que es cierta el lugar de que la transmisión es de persona a cerdo sin explicar en qué se basa, Evans notó que el virus no mostró señales de mutación al pasar de humano a cerdo. "En este momento, la cuestión de si esto es un virus humano que se introdujo a los cerdos, y la caracterización de este virus, muestra que todavía sigue siendo ese virus", dijo. Lo que esto parece significar es que el virus es idéntico en ambas especies, pero todavía no explica por qué las autoridades suponen que los animales lo contraeron de los humanos.

Tom Philpott, uno de los primeros en hacer sonar la alarma acerca de la conexión con las granjas industriales, escribe en Grist que tanto las moscas como los cerdos asintomáticos pueden transmitir la enfermedad. ¿Cómo saben los científicos en qué dirección viajó el virus a través de la barrera de las especies? ¿Por qué es que no se le ha brindado información al público?

Si hay pruebas científicas sólidas de que los cerdos contraeron el virus de los seres humanos, el público tiene el derecho a saber en qué consiste esa evidencia. Si, por otra parte, esta teoría es especulación, tenemos el derecho a que no nos presenten especulaciones como si se tratara de hechos científicos.

Según la teoría de humano a cerdo se acepta como un hecho en los medios de comunicación en el caso canadiense, muchos expertos insisten en el origen porcino del virus. Citando a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., Scientific American señala un punto de partida del cual los políticos no parecen haberse percatado: "Pero lo que está claro, gracias a la ardua labor de virólogos, es que esta cepa particular de la gripe tiene su inicio genético en las granjas de cerdos en EE.UU. en la década de 1990".

Ruben Donis, jefe de la rama de virología molecular y vacunas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., declaró en una entrevista con la revista Science:

"Sabemos que es muy similar a los virus que estaban circulando en Estados Unidos y siguen circulando en Estados Unidos y que son autolimitantes, y que por lo general sólo se encuentran en los estados del medio oeste donde hay cría porcina.

Q: ¿Es de origen porcino?

R.D.: Definitivamente. Es casi equidistante a los virus porcinos de Estados Unidos y Eurasia. Y es una sola rama allá. No tiene parientes cercanos".

Durante años los científicos han sabido que los cerdos incuban y mutan los virus y muchos han advertido que las "granjas industriales" donde se mantienen grandes cantidades en mucha proximidad crean un caldo de cultivo perfecto para la rápida evolución de la enfermedad. El uso masivo de antibióticos significa que los virus buscan mutaciones resistentes a los medicamentos. En el pasado, se reportaron pocos casos de transmisión de la gripe porcina a los seres humanos, pero se ha sabido desde hace tiempo que es posible. Este virus presentó un riesgo particular debido a su contagio entre humanos.

Existe una persistente carencia de transparencia e información completa sobre la cuestión de «qué vino primero – el cerdo o la persona?" El portavoz de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) Erwin Northoff desestimó la idea de que la FAO debería investigar la granja porcina de Alberta donde se detectó el primer caso de A/H1N1 en los cerdos, afirmando rotundamente: "No creo que haya necesidad alguna de que la FAO asista a los canadienses".

La preocupación es que, habiendo vendido la teoría de transmisión de persona a cerdo en el caso canadiense, cualquier indicio de infección en la granja de Veracruz será igualmente desestimado. Eso exige, por supuesto, que los ciudadanos no se percaten de la falta de evidencia científica que lo apoye y de que cualquier científico con pruebas contrarias guarde silencio.

En México ha habido una inexplicable falta de investigación seria sobre los posibles vínculos con la cría industrial de animales, y en todos los niveles los funcionarios han tratado de descartar la teoría de que los cerdos de Smithfield contribuyeron a la epidemia de la gripe. Este comportamiento sólo cala más hondo la sospecha de que los poderosos intereses de las transnacionales de productores pecuarios están siendo protegidos.

Con el caso canadiense, le apretaron las clavijas a las Granjas Carroll de Smithfield en Veracruz. El boletín de la industria "Meatingplace" informó el 5 de mayo:

"En una carta a los empleados la semana pasada, el Presidente Ejecutivo Larry C. Papa indicó que Smithfield contrató a un laboratorio independiente para llevar a cabo pruebas adicionales de sus cerdos mexicanos después que las inspecciones iniciales de la empresa y los funcionarios de salud internacionales no encontraron pruebas de la enfermedad. Dijo que los resultados serían devueltos en unos "pocos" días.

"Las autoridades del gobierno mexicano llevarán a cabo pruebas adicionales, incluyendo análisis de la secuencia genética, para determinar si alguna de las cepas de gripe están presentes. Estas pruebas tomarán unos 12 días", dijo Keira Ullrich, la gerente de relaciones con los inversionistas de Smithfield, a Meatingplace.

"Los resultados nos permitirán concluir con certeza que la cepa A(H1N1) no está presente en nuestros cerdos", dijo Ullrich en un mensaje de correo electrónico a Meatingplace.

El objetivo declarado de las pruebas, entonces, no es descubrir los posibles riesgos para la salud de la población humana, sino para confirmar una conclusión a priori justificante. Este fraseo y el esfuerzo para evitar una investigación no contratada y pagada por la empresa deja pocas dudas de que Smithfield está a la defensiva.

Asimismo, ya que la secuencia genética del virus es relativamente simple, los doce días de la línea de tiempo parecen largos. ¿Es posible que ese período incluya tiempo para el desarrollo de una estrategia de control de daños?

Si hemos aprendido algo de la crisis financiera, es que no se puede confiar en que las empresas se reglamenten a sí mismas. A pesar de que los residentes de la Ciudad de México se vieron obligados a interrumpir sus estudios, trabajo y actividades sociales para frenar la epidemia, las granjas porcinas, incluyendo la ubicada en la zona cero de la epidemia, no se les exige por ley reportar las enfermedades y a las Granjas Carroll en Perote no les han ordenado abrir sus archivos e instalaciones para realizar una inspección independiente cabal.

El derecho a saber bloqueado por retrasos, distorsiones y omisiones

A pesar de que la Internet y los medios de comunicación están repletos de informes y opiniones sobre la epidemia de la gripe porcina, encontrar información clara y confirmada es desesperantemente difícil. Las comunicaciones oficiales y las omisiones que señalan las ansias de proteger los intereses de la industria han dado lugar a un sinnúmero de rumores, desde las teorías de conspiración descabelladas hasta las sospechas justificadas de que los funcionarios están trabajando horas extraordinarias para desviar la atención pública de las granjas porcinas.

Los nombres de todas las víctimas y personas afectadas no se están divulgando. Aunque el Secretario de Salud Córdova finalmente admitió que la pobreza y las condiciones de vida hacinadas fueron factores en las muertes, no proporcionó ningún dato socioeconómico sobre las víctimas. La confusión entre las estadísticas iniciales ha dado lugar a sospechas contradictorias entre los mexicanos que el número de muertos está siendo reportado como inferior al real y que la epidemia no existe realmente.

Las mujeres representan el 56% de las muertes de la gripe porcina. Esto indica que una investigación cabal también debe incluir una perspectiva de género. También indica que el sistema inmunológico comprometido de muchos mexicanos que viven sin servicios adecuados de salud y nutrición – una condición que incluye un número desproporcionado de mujeres – contribuye a las tasas de mortalidad de la gripe.

El Secretario de Salud de México ahora dice que 77 de las muertes tempranas que muestran los síntomas de la gripe porcina permanecerán para siempre en la categoría de "sospechosa" porque no se tomaron muestras de las víctimas. Dado que no se publicado información acerca de dónde se remontan los casos o las características de las víctimas, es posible que nunca sepamos cuántas de ellas corresponden a residentes de las comunidades expuestas a las operaciones pecuarias.

Información sólida relativa a los posibles orígenes del virus es aún más difícil de encontrar. La conexión de la gripe porcina y enlace tentativo con las Granjas Carroll parecería ser un caso clásico para que se encargue la gigantesca Organización de la Agricultura y la Alimentación (FAO). Informes de que la FAO estaba mandando un equipo Veracruz salió en la prensa la primera semana de mayo. Pero más tarde nadie parecía saber si el equipo había llegado, dónde estaba, o qué estaba haciendo. Llamé a la FAO para averiguar.

La portavoz Alison Small respondió que ella "pensaba" que el equipo había llegado, pero estaba en su carro y me confirmaría en diez minutos. Cuando yo la llamé de vuelta, me di cuenta que el número que había llamado estaba clasificado como "inexistente". Intenté otras seis veces y obtuve la misma respuesta. Cuando logré comunicarme con el portavoz Northoff dijo que el equipo está trabajando actualmente en México, pero no sabía cuál era su calendario o agenda de investigación. Él sí confirmó que el equipo estará trabajando en Granjas Carroll y elaboraría un informe en cuestión de "días".

Hasta la fecha, la FAO no tiene nada acerca de una investigación de la operación de Smithfield en Veracruz en su sitio web. Casi todos sus comunicados de prensa desde que estalló el brote están centrados en "la protección del sector porcino".

Su primer comunicado de prensa el 27 de abril, hace eco del objetivo de la industria de "proteger al sector porcino del nuevo virus H1N1, [y] confirmar que no existe una relación directa con los cerdos ", en lugar de adoptar el método científico de obtención de pruebas en primer lugar y llegar a conclusiones más tarde.

El siguiente comunicado de prensa intensifica los esfuerzos por proteger el sector porcino global, anunciando un cambio en el lenguaje oficial – obedientemente adoptado por la mayoría de los medios de comunicación del mundo -, diseñado para desvincular la epidemia de lo que la FAO considera operaciones porcinas difamadas erróneamente:

"…en el momento actual no existe evidencia que sugiera que el nuevo virus de la gripe H1N1 -que se transmite entre humanos- esté circulando en los cerdos, ya sea en México o en cualquier otro lugar del mundo", reafirmó el Jefe Veterinario de la FAO, Joseph Domenech. Agregó lo siguiente: "Basándose en los hechos y el conocimiento científico actuales, el consumo de carne de cerdo no supone un riesgo particular para los consumidores". Es por estas razones que la FAO, la OMS y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE por sus siglas en inglés) han acordado no hacer ya referencia a la "gripe porcina", si no a la "Influenza A/H1N1".

Una declaración conjunta del 2 de mayo de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) advierte que no se deben imponer medidas comerciales anti porcinas:

"Hasta la fecha no hay evidencia que el virus sea transmitido por los alimentos. No hay actualmente por lo tanto justificación en el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE para la imposición de medidas comerciales a importación de cerdos o de sus productos."

Cuando el brote porcino canadiense rápidamente desmintió la seguridad de que la enfermedad no estaba circulando entre la especie porcina, la organización emitió un comunicado el 4 de mayo señalando el caso canadiense de "transmisión de humano a animal", e indicando:

"Es necesario intensificar la vigilancia sobre las enfermedades respiratorias de la cabaña porcina e informar de inmediato de cualquier caso de síndrome respiratorio porcino a las autoridades veterinarias. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la FAO deben de ser informadas sobre cualquier brote del nuevo virus de la gripe A/H1N1 en los cerdos".

Virus virulento salta la barrera de las especies, la burocracia no

Hay que notar la manera en que se expresa el comunicado de prensa de la FAO: "[se debe] informar de inmediato de cualquier caso de síndrome respiratorio porcino " y "La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la FAO deben de ser informadas".

Según los mexicanos tratan de recuperarse de las medidas draconianas que incluyeron la suspensión de las escuelas, eventos culturales, las actividades gubernamentales "no prioritarias" y el cierre temporal de bares y restaurantes, los productores industriales de cría de animales en la mayoría de los países ni siquiera están sujetos a notificar obligatoriamente los brotes de virus que se sabe que tienen la capacidad de propagarse a la población humana. Ni México ni Estados Unidos tienen leyes que requieren que se reporte la gripe porcina. Los Estados Unidos utiliza actualmente un sistema totalmente voluntario de seguimiento de animales (NAIS por sus siglas en inglés).

Canadá sí exige que se reporten los brotes de enfermedades en los animales de granja. Esto puede explicar por qué Canadá es el primer lugar en el cual el virus A/H1N1 fue detectado en los cerdos.

En un artículo titulado "Swine Flu Shows need for Better Animal Testing", Bryan Walsh escribe en la revista Time, "El virus H1N1 contiene genes de influenza humana, aviar y porcina, y el análisis genético indica que se resurtió hace años atrás, lo que significa que podría haber estado en poblaciones de cerdos durante algún tiempo antes de que el virus cobrara la capacidad de transmitirse fácilmente de persona a persona. Si vigiláramos de cerca las infecciones de gripe entre los cerdos, es posible que hubiéramos notado que algo malo estaba cuajándose".

Una de las razones por la cual la observación es tan laxa en las granjas industriales es que existe una tajante distinción entre los organismos y reglamentos relativos a la salud humana y la sanidad animal. Cuando le preguntaron acerca de la evidencia con respecto a la fuente de contaminación en la granja canadiense como un trabajador de regreso de México, la portavoz del FAO Northoff respondió que la organización no podía confirmar el vínculo de humano a animal, y que la FAO "sólo ejerce en la sanidad animal".

La salud de los animales por lo general se considera en virtud de los reglamentos agrícolas en lugar de la salud. A pesar de los riesgos conocidos para la salud de las poblaciones humanas, los reglamentos siguen siendo de carácter voluntario y lamentablemente desfasados. El estudio de Pew concluye con la recomendación: "Un local obligatoria y el registro individual de cada animal o lote deberá estar en efecto para el 2009, con una capacidad de rastreo de animales operando para el 2010".

Una libra de cura

El adagio nos enseña que una onza de prevención vale una libra de cura. Pero en este caso, es la libra de cura que vale miles de millones. En la medida en que los funcionarios gubernamentales y de salud internacional ignoran las causas de la epidemia radicada en las granjas industriales globalizadas y los sistemas deficientes de salud, muy bien podría ser que las compañías farmacéuticas mundiales conviertan la última pandemia de gripe en uno de los desastres más lucrativos que el mundo haya conocido jamás.

El dinero a ganarse de los antivirales y vacunas producidos de forma privada es alucinante. Roche está acelerándose para producir 400 millones de dosis de su antiviral Tamiflu al año, y el embajador francés en México informa que tiene un valor de mercado de 230 pesos, o alrededor de $18 dólares por dosis. Haga usted los cálculos.

El artículo de Science cita los temores del ejecutivo jubilado farmacéutico y perito en materia de la vacuna contra la gripe David Fedson de que el antiviral es "demasiado costoso para muchas naciones pobres". En el análisis del peor de los casos, esto podría dar lugar a una brecha de supervivencia entre los países desarrollados y las naciones en vías de desarrollo.

Aunque muchos citan la complejidad de la fórmula, el sistema mundial de patentes y el desmantelamiento de los centros de investigación de salud pública yacen en la raíz del problema de acceso. Los grandes intereses farmacéuticos tienen derechos exclusivos de producción y distribución de sus productos a excepción de los muy limitados casos en que la producción de genéricos ha sido licenciada. Un monopolio de los medicamentos salvavidas significa que las empresas pueden cobrar lo que quieren y si los clientes privados no pueden pagar, los gobiernos lo harán.

Según el CDC le da las largas a una decisión acerca de si producir la vacuna o no, las compañías farmacéuticas están colocándose en posición. Un laboratorio que ya solicitó una muestra de la nueva gripe para empezar a trabajar en una vacuna es Baxter International, Inc., con sede en Deerfield, Illinois.

Baxter obtuvo notoriedad el pasado mes de diciembre cuando por error envió un lote de gripe aviar H5N1 muy virulenta a un laboratorio, en un lote de gripe humana. El error no sólo presentó el riesgo de la liberación de la peligrosa gripe aviar, sino que de acuerdo a un informe del Times de la India, si un trabajador de laboratorio se infectara con los dos virus, esa persona se convertiría en una incubadora para un híbrido, no muy diferente al que vemos ahora, pero potencialmente más letal. Baxter todavía está bajo investigación por cuatro países de Europa y la Organización Mundial de la Salud.

El ganador del derby de la gripe porcina – la empresa privada que obtenga el descubrimiento y la patente sobre una nueva vacuna – puede contar con un mercado importante. Algunos funcionarios de salud hablan acerca de ponerle la vacuna, ahora apenas en la etapa de desarrollo, a prácticamente la totalidad de la población del mundo. Según el Washington Post, la administración de Obama está considerando la posibilidad de añadir dos nuevas rondas de la vacuna contra la gripe porcina a una campaña multimillonaria de vacunación para el otoño – hasta 600 millones de dosis solamente en los EE.UU.

La idea de distribuir una vacuna contra la gripe porcina hasta ahora desconocida junto con la vacuna contra la gripe habitual abre las puertas a la posibilidad de una serie de efectos secundarios muy imprevisibles. Los peritos también se preocupan de que en el mismo medio de una epidemia, se le permitirá a la nueva vacuna saltarse algunos de los requisitos habituales para la distribución de un nuevo medicamento en el mercado. La propuesta del gobierno de los EE.UU. de distribuir una nueva vacuna contra la gripe porcina junto con la vacuna contra la gripe habitual abre las puertas a la posibilidad de una serie de efectos secundarios muy imprevisibles. Suponiendo que una vacuna siquiera esté lista en el otoño, para llegar al mercado como parte de una campaña masiva de vacunación casi de seguro violaría los requisitos adecuados para ponerla a prueba. Con suficiente presión pública, se espera que voces más prudentes confrontarán a las empresas farmacéuticas que alegarán a favor de brindar millones de dosis a los ciudadanos sin garantías de seguridad.

He aquí un caso en que no se debe permitir que la historia se repita. Una vacuna contra la gripe porcina distribuida al público estadounidense en 1976 resultó en cientos de casos del Síndrome de Guillain-Barre, un trastorno neurológico anteriormente raro. El gobierno de los EE.UU. detuvo las inyecciones tras diez semanas de haber comenzado la campaña, y después de que 40 millones de estadounidenses habían sido vacunados. Veinticinco personas murieron y otros quedaron mutilados.

Según se multiplican las libras, apenas hay planes previstos para una onza de prevención. En algunos casos, las reacciones del gobierno asegurarán que el siguiente brote sea aún más devastador.

En México, no se encuentra en ningún lugar entre las lecciones y respuestas propuestas un compromiso concreto para mejorar la salud general de la población mexicana a fin de reducir sus riesgos de muerte relacionados con la gripe. Durante la reciente epidemia, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) proporcionó las tropas de choque para hacer frente a la enfermedad. Sus médicos y enfermeras se desplazaron a través de ciudades y el campo y sus clínicas y unidades móviles rutinariamente sirven a 44 millones de mexicanos, incluyendo a trabajadores del sector privado y sus familias.

A pesar de que la respuesta a la crisis se hubiera retrasado aún más y en gran parte hubiera sido imposible sin estos profesionales, el Secretario de Hacienda de México anunció el 6 de mayo siete medidas para hacer frente a los efectos de la epidemia de gripe porcina en la economía nacional. Estas incluyeron una reducción del 20% de las contribuciones de las empresas al IMSS, por un período de al menos dos meses.

El perito sobre la política de salud mexicano Gustavo Leal le dijo al Programa de las Américas, "Esta medida significa recortes mayores a la financiación de los servicios de salud del IMSS. Representa una asombrosa incoherencia en las políticas y objetivos, especialmente con la crisis de la gripe porcina".

Leal señala que esta medida le sigue a reducciones anteriores en las contribuciones de seguridad social según concebidas como parte del plan anti crisis de Calderón anunciado en enero de este año. El personal del IMSS y organizaciones ciudadanas desde hace mucho tiempo han acusado al gobierno de no abastecer de suficientes fondos y de socavar al IMSS a propósito en un esfuerzo por justificar la privatización.

Una encrucijada crítica

Para evitar otro brote mortal de gripe hace falta tomar medidas muy diferentes de lo que estamos viendo hoy en día, en México y entre los organismos internacionales.

  • Sabemos que la epidemia mata a pacientes con sistemas inmunes comprometidos, pero en lugar de fortalecer el sistema de atención médica mexicano, se está erosionando aún más. Los médicos aquí hacen hincapié de la importancia de mejorar la salud y la atención médica entre la población para evitar más muertes. Las pruebas obtenidas en los hospitales donde los pacientes reciben tratamiento para la gripe también indican que las vacunas actuales contra la gripe son efectivas en la protección contra la gripe, pero el Secretario de Salud niega este reclamo y espera una nueva solución salvadora de las compañías farmacéuticas. El riesgo particular que corren las mujeres no se ha abordado.
  • Sabemos que encontrar el origen del virus podría llevar a reducir la aparición de virus nuevos y aún más letales, sin embargo las señales apuntan a que los funcionarios están descartando a las granjas industriales.
  • Sabemos que la producción generalizada de antivirales, la asequibilidad y la rápida producción de una vacuna es vital para sobrevivir a una pandemia y sin embargo el sistema de patentes sigue intacto, mientras que los institutos públicos de investigación cualificada se ven relegados al segundo plano en comparación a las empresas con fines de lucro.

Los gobiernos y los organismos internacionales ponen énfasis en la necesidad de estar alerta según el período más agudo de la epidemia se está dejando atrás. Las reapariciones son parte de los ciclos de la gripe y el virus podría volver aún más fuerte durante la temporada de gripe regular de invierno.

Pero incluso más peligroso que el propio virus, es el periodo político y económico subsiguiente. Diferentes respuestas políticas y análisis de la crisis nos podrían llevar en direcciones muy distintas.

Podríamos terminar en un mundo en que la pandemia está bajo control, pero el mega lucro de las grandes empresas farmacéuticas les permite reforzar su influencia masiva en la salud pública; la impunidad para las granjas industriales lleva a un bloqueo oficial a las demandas de supervisión y regulación; el miedo público adormece la inconformidad pública; y el espectro de la enfermedad oculta la realidad de la desigualdad, la pobreza y la discriminación que colocan a la población en situación de riesgo.

Pero también tenemos la oportunidad de exponer a un sistema que no funcionó.

Sin entrar en detalles sobre cada uno, aquí hay una lista de futuro análisis colectivo:

  • El TLCAN no promovió la transferencia de tecnología importante a México en el campo de la salud y otros, y ha demostrado ser un desincentivo para la investigación y el desarrollo nacional.
  • Las disposiciones del TLCAN que le permiten a las industrias contaminantes localizarse donde las leyes y su cumplimiento son flojos, fomentan prácticas que amenazan la salud y el medio ambiente, como las lagunas de estiércol a cielo abierto, el no reportar enfermedades de animales, encubrimientos y otros factores que pueden haber contribuido a la epidemia de gripe porcina.
  • La centralidad de la inversión extranjera en la economía mexicana crea un clima en el que las empresas transnacionales con grandes inversiones pueden ejercer poder coercitivo sobre los organismos gubernamentales en todos los niveles.
  • El sistema de salud descentralizado de México, modelado según las indicaciones del Banco Mundial, y la falta de recursos dedicados a los programas de prevención y de salud general revelaron las grietas en el sistema por las cuales tantos mexicanos se cuelan cada año.
  • El sistema mundial de patentes le permite a las empresas farmacéuticas determinar el precio, cantidad, calidad y distribución de medicamentos salvavidas y aplican criterios de lucro en vez de salud pública al tomar esas decisiones.

Esta epidemia al final resultó ser menos letal de lo que muchos temían al principio. La OMS y los sistemas nacionales trataron un nuevo mecanismo de respuesta a la pandemia que, mientras se esforzaban para detener la propagación del virus, también demostraron que evitar la propagación en un mundo globalizado es imposible.

México ha sufrido las peores consecuencias por mucho del brote. No sólo murieron más mexicanos que en cualquier otro lugar – y los funcionarios de salud no están del todo claros en cuanto a la razón por ello -sino que las medidas aplicadas para evitar una pandemia le dieron duro a la economía mexicana en un momento en que está más débil. De acuerdo al Secretario de Hacienda, el país perdió el 0,3% del PNB sólo por el virus, mientras que otros analistas económicos dicen que una cifra más realista es del 1%. El costo se estima por las autoridades que suma a 30 mil millones de pesos ($ 2,3 mil millones de dólares), mientras que analistas privados citan 60 mil millones de pesos ($ 4,59 mil millones de dólares).

Esto se traduce en una contracción del cuatro al seis por ciento en el crecimiento para el año. La pérdida de las remesas de los migrantes en los Estados Unidos, la disminución de los precios del petróleo y la crisis económica mundial significa que en este país donde casi la mitad de la población ya vive en la pobreza ahora se desbocará en una gran recesión con pérdida masiva de empleos.

El gobierno mexicano tiene planes para enfrentar el déficit tomando más préstamos de organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo. Esta respuesta lleva a México de la olla al fuego, ya que aumenta la deuda externa y sólo mitiga temporalmente la crisis, a pesar de la sombría perspectiva más allá de 2009. Asimismo, fuerza a la nación a someterse a las mismas políticas neoliberales que despojaron a sus servicios de salud e instalaron la pobreza generalizada a través de condiciones impuestas por los préstamos.

Aunque varios países han enviado donaciones de antivirales y de asistencia sanitaria, la ayuda a la economía en general no se ha hecho. El gobierno estadounidense ha respondido a la crisis humanitaria cada vez mayor al sur de su frontera proponiendo un aumento en la ayuda de seguridad para combatir el narcotráfico, mientras que se ignoran las necesidades apremiantes de México en materia de salud y el desarrollo de empleos.

Pero el enfoque exclusivo en la guerra contra las drogas en México está demostrando ser no sólo ineficaz, sino contraproducente. En una carta con fecha del 6 de mayo, 72 organizaciones mexicanas de derechos humanos observaron el aumento de violaciones de los derechos humanos cometidas por el ejército mexicano desde que el Presidente Felipe Calderón puso en marcha la "guerra contra las drogas" militarizada. La carta insta a los Estados Unidos "a apoyar un enfoque holístico a los problemas de seguridad que no se base en la lógica del combate, sino en hacer frente a las causas fundamentales de la violencia y garantizar el pleno respeto de los derechos humanos." Las organizaciones también exigen una reconsideración cabal de la Iniciativa Mérida de ayuda de seguridad, la cual está bajo consideración en el Congreso de los EE.UU. para su tercer año de financiación.

Una política del buen vecino hacia México utilizaría escasos recursos de EE.UU. para apoyar la generación de empleo, la atención médica y el alivio de la pobreza en un momento de grave crisis. Dedicar casi el 100% de la ayuda a México a las fuerzas de seguridad y a sus objetivos podría tener exactamente el efecto contrario de la intención – podría engendrar un conflicto grave y la inestabilidad. Las protestas ciudadanas a esperarse clamando por las necesidades básicas es muy probable que se traten con represión en vez de soluciones.

En este ámbito, las medidas de prevención pacífica son mucho más preferibles a curas armadas. La violencia relacionada con las drogas ahora sólo se encuentra en las últimas páginas de los periódicos en días recientes y, aunque seguirá siendo un desafío importante, ahora México muestra claramente un caso clínico más complejo que antes.

Como en la medicina, las políticas que hacen caso omiso de un amplio diagnóstico para atacar agresivamente un solo síntoma no llevan al bienestar, sino a una crisis más profunda. La epidemia de gripe porcina de México proporciona lecciones que van más allá de la pandemia y calan hondo al centro de un sistema que favorece a los intereses de las empresas por encima de la salud pública. Es hora de enderezar ese sistema.

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