Durante el mes de agosto, 27 niños salvadoreños han sido deportados de Estados Unidos. Según los datos sobre migración de ese país, en el año han detenido a 67 mil niños indocumentados, el 35% de estos son salvadoreños.
Las consecuencias de la migración infantil y las detenciones de niños indocumentados en Estados Unidos empiezan a cobrar otra factura a las autoridades salvadoreñas. Las autoridades de la Cancillería de El Salvador ahora batallan para atender a los niños migrantes que contraen enfermedades en los albergues y centros de detención, o que tienen que lidiar con las secuelas psicológicas que les dejó el viaje frustrado y la idea de estar en una cárcel.
“Todos los niños que hemos atendido tienen infecciones respiratorias, intestinales o otras enfermedades comunes. Hemos detectado casos graves de violaciones a los derechos de los niños en los que las secuelas que deja esta situación tardará mucho tiempo para sanar”, señaló la viceministra para Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín, quien recorrió los centros de detención y albergues de niños indocumentados en EE.UU. en las últimas semanas.
La viceministra Magarín dijo que la atención que reciben los niños migrantes en los albergues y centros de detención no es suficiente para garantizar sus derechos. En algunos de estos lugares se albergan hasta dos mil niños centroamericanos en condiciones que vulneran sus derechos y que los convierte en presas fáciles de las enfermedades.
“No hay condiciones para niños, están presos en todo momento. Están en espacios pequeños, expuestos a las temperaturas de los aire acondicionados y durmiendo en el piso. La atención que están recibiendo en Estados Unidos nuestros niños es insuficiente”, continuó la ministra salvadoreña.
Según la viceministra, la Cancillería está gestionando ante Estados Unidos permiso para que les permita que las autoridades salvadoreñas instalen oficinas consulares adentro de los albergues y centros de detención que cuenten con un equipo de médicos pediatras y psicólogos infantiles para que atienda a los niños salvadoreños que son detenidos.
Magarín dijo que el gobierno salvadoreño espera que las autoridades estadounidenses les permitan instalar estas oficinas, ya que esto contribuirá a calmar la incertidumbre que genera más stress a los niños migrantes y controlar las enfermedades más comunes que contraen los niños.
Mientras tanto, las autoridades salvadoreñas enfocan más esfuerzos en las campañas internas para concientizar a los padres de familia y adultos para que desistan de enviar a sus hijos o familiares de manera ilegal a Estados Unidos, ya que durante el recorrido en los albergues algunos de los niños expresaron a la viceministra que deambularon solos por el desierto.
La información que reunió la viceministra Magarín indica que los coyotes o traficantes de personas abandonan a los niños del otro lado del río Bravo para que sean detenidos por la patrulla fronteriza con la idea que recibirán documentos que legalice su situación en Estados Unidos, una vez sean localizados sus familiares.
Aunque la viceministra no dio detalles al respecto, aseguró que tienen información por parte de las autoridades consulares de México y Estados Unidos que hay niños salvadoreños desaparecidos y que además han sido encontrados otros niños muertos en el desierto.
Nuevas deportaciones de niños
El 12 de agosto llegó a El Salvador el segundo vuelo procedente de Estados Unidos con 14 niños deportados de ese país. Según informaron las autoridades consulares estadounidenses, los niños, acompañados de sus madres, desistieron de continuar el proceso migratorio en ese país.
Según el director de Migración de El Salvador, Héctor Rodríguez, este es el primer grupo de salvadoreños menores de edad que regresan a su país mediante un proceso de deportación desde Estados Unidos. Los 14 niños y sus madres optaron por solicitar a las autoridades migratorias estadounidenses su retorno voluntario.
Durante el 2014, 27 niños salvadoreños han regresado a su país luego de ser detenidos por agentes de migración o de la patrulla fronteriza en territorio estadounidense. Mientras que 3,079 más, ha sido deportados desde México.
En el último año la Dirección de Migración ha invertido $15 millones para crear una oficina especial de atención a niños migrantes que son deportados de México y Estados Unidos. En este lugar, los datos de los menores y sus familiares son ingresados a una base de datos y luego reciben atención médica y psicológica.
Esta sección para atención especial de niños migrantes se encarga de contactar a los familiares de los menores para que a su llegada al centro sean entregados directamente con ellos.
De acuerdo al Servicio de Migración y Aduanas de Estados Unidos, de los 67 mil niños indocumentados que han sido detenidos luego de cruzar las fr
onteras de ese país, el 35% de estos son niños de nacionalidad salvadoreña. La lista de los países que forman el Triangulo del Norte con mayor número de niños indocumentados detenidos está encabezada por Honduras, le sigue Guatemala y por último está El Salvador.
Esta semana, la embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mary Carmen Aponte; el subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, Alan Bersin y el subsecretario adjunto principal para el Servicio de Migración y Aduanas, Thomas Winkowski, fueron enfáticos al asegurar que su país no considera por ningún motivo otorgar asilo a niños indocumentados que son detenidos al cruzar la frontera de ese país.
“Nuestro mensaje sigue siendo muy claro. Nuestras fronteras no están abiertas a la migración ilegal, quiero repetir para que sea claro. Nuestras fronteras no están abiertas a la migración ilegal. No hay un camino especial para obtener la ciudadanía para los niños que cruzan las fronteras de manera ilegal, ni lo está contemplando el congreso, ni el presidente”, aseveró el subsecretario Winkowski.
Carmen Rodríguez es periodista en San Salvador, El Salvador y colabora con el Programa de las Américas www.americas.org/es.
Fotos: Jahir Martínez
